Un mundo en crisis

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Morelia / Nancy V. Herrejón

“Resulta absurdo poner dos problemáticas a competir por relevancia, sobre todo cuando queda claro que la importancia de una sobre la otra ya está asumida y, además, existen más de dos problemas. Bien escribe Marusia López en este artículo: no es un virus el que desata la crisis a lo largo y ancho del planeta, es “un mundo en crisis que se enfrenta a un virus”.  

Así Celia Guerrero en su artículo de opinión “Claves feministas para sobrevivir a la pandemia” ahonda sobre la dispar atención, preocupación y reacción que la gente aplica para erradicar la violencia feminicida, que es la otra pandemia que azota al mundo.

Y es que es no es fenómeno aislado o reciente, es un mal engendrado desde hace mucho en las entrañas del país, una nación vulnerada e inequitativa crea todo tipo de roces entre sus habitantes: la desigualdad enferma y mata.

“Parece fundamental entender lo anterior como principio para contrarrestar el golpe que ya está aquí y los que vienen; comprender que se trata de crisis amplias derivadas de desigualdades sociales insostenibles, que a su vez son combustible para el avance del virus y serán las poblaciones vulnerables las que —de nuevo— recientan el golpe”

Celia profundiza en que en la estrategia federal para combatir el Covid-19 no figura la mujer como un grupo vulnerable por la violencia estructural, simbólica y física cotidiana, sino por una noción apegada a los clichés y etiquetas de fragilidad machista.

 “En México llevamos semanas escuchando sobre una estrategia a nivel federal para frenar el virus de manera que no impacte directamente en la economía de la población que vive al día y además pretende colocar a los más vulnerables en caso de contagio en un nivel de prioridad de cuidados. Esto último es el único sentido en el que se ha considerado a las mujeres como una población vulnerable, pero solo a las mujeres embarazadas”.

Con esta medida de “sana distancia” y la “cuarentena voluntaria” que se ha buscado aplicar en la nación las mujeres que viven violencia en sus hogares quedan a merced del desamparo tanto social como institucional, ya que situaciones que no sean consideradas emergencia serán delegadas al tiempo; sin embargo, redes de apoyo a mujeres violentadas han difundido números telefónicos para brindar auxilio a quienes lo requieran, ¿resultará?