Morelia, Mich. | ACG. – Ya van más de tres décadas que se han sufrido inundaciones en la colonia Vivero Indeco, ubicada en Morelia, pero tras 25 años se vuelve a sumergir bajo un agua fangosa, dejando perdidas sustanciales en las viviendas.
Y es que, señalan los vecinos, que durante este tiempo se ha hecho caso omiso a las peticiones que se presentan frente a las autoridades y en la administración de Alfonso Martínez Alcázar, es algo que no ha cambiado, pues en esta ocasión no solo se perdieron muebles, sino la tranquilidad de las familias.
Durante la mañana siguiente a la inundación, el 1 de septiembre, se presentaron trabajadores del Ooapas para destapar los desagües en la colonia, a lo que se le calificó como una acción tardía, pues “lo hacen cuando ya se inundó la colonia. Ahora quieren justificar que apoyan al pueblo, que apoyan a la colonia cuando están demorosos en sus oficinas. El gobierno nos causa estos desastres por apatía” según expresó Fidelina Alvarez, a quien se le inundó su domicilio sobre la avenida El Vivero.
Son más de dos cuadras sobre la entrada a la colonia, donde las casas se vieron afectadas, y más de una docena de familias a quienes se les veía desde tempranas horas de la mañana intentando sacar el agua restante de comercios y casas.
“Casi 60 centímetros subió el agua. Todo se me mojo; colchones, refrigerador, la estufa, todo. Toda el agua de libramiento se nos baja para aca” dijo Luisa, que aseguró que ya es de ley tener topes en las entradas de las casas, aunque como en esta ocasión, el agua los rebasa ingresando a las casas.
Y es que la inundación que se sufrió en la colonia Vivero Indeco, solo fue una parte del problema, pues como el caso de Maria Yolanda Ramírez, de 75 años, narró que además de la sala, el refrigerador, el comedor y otras pertenencias, también perdió documentos importantes, que mantenía extendidos en el patio de su casa esperando a que sequen para poder recuperar alguno.
También cuentan los vecinos que las inundaciones más agresivas en esta temporada comenzaron desde que se instaló una bodega de refrescos sobre el libramiento, pues ahora, el agua que se iba a donde antes era un terreno baldío, se pasa a la avenida, a la par de los tubos de drenaje delgados que se instalaron 6 años atrás en una repavimentacion.
