Los sabores del tamal y el buñuelo en un solo lugar

(Imagen: ACG)
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Morelia, Mich. | Redacción.- De chile o de dulce; crujientes o suaves; llegó la sexta edición del Festival del Tamal y el Buñuelo, y con ella los olores que se desprenden alrededor de la Parroquia de Máter Dolorosa, a un costado del IMSS centro para disfrutar de un sin fin de delicias a la Mexicana.

Y es que con septiembre, que mejor que un tamal relleno, o bien, uno de dulce acompañado de un atole o las clásicas aguas de sabor, y de postre un buñuelo para rematar el hambre que genera de solo entrar al pasillo, y ver, entre otras cosas, las personas que guisan la verdura para un pambazo o desvisten una corunda para servirla con su toque de crema.

Son contadas las personas que asisten antes de las 6 de la tarde en su primer día, de esta edición, pero conforme va bajando el calor de la tarde comienzan a llegar más y más personas atraídas por el Folklore que despide el lugar, pues no sólo se puede ver a las mujeres con algunos trajes regionales, si no, la música en vivo de fondo en el festival.

Se trajeron al Mariachi que canta, ¿bien no? -se acercó preguntando uno de los asistentes al reportero- “pero bien gacho”, se contestó entre risas a sí mismo, pues anunciaba que no era muy agradable a su oído el canto del Mariachi que animaba el evento, pero eso sí, sin que el cantante ya tuviera a su público cautivo, incluso a las cocineras coreando “Buenos días señor sol”, de Juan Gabriel.

Fue pasado de las 6:30 de la tarde, que se inauguró el evento de manera formal con autoridades municipales, aunque parecía pasar desapercibido porque a los que llegaban los asistentes era a degustar los platillos típicos, que aprovechando la distracción de algunos que se acercaban al templete con las autoridades, se acercaban a los distintos stands para llevarse la segunda ronda de una orden de buñuelos.

Aún estar disponible esta VI edición del Festival, hoy domingo 7 de septiembre, pues aprovechado el fin de semana, resulta una oportunidad imperdible para la familia, y de paso, con la comida ir entrando en ambiente para dar con fuerzas el grito del 16 de septiembre.