Morelia, Mich. | Montserrat Herrera/Acueducto Online.- El Palacio de Bellas Artes, iluminado por los intensos rayos del sol y un cielo despejado, dio la bienvenida a amigos y familiares de Gaspar Aguilera, para honrar su memoria después de casi un año de su fallecimiento.
En la pequeña sala Manuel M.Ponce, los invitados tomaron sus lugares en total silencio y la ceremonia comenzó.
Gaspar Aguilera, un poeta, ensayista y literato de la cultura michoacana, nació en Chihuahua en los años 40, pero estuvo gran parte de su vida en las tierras de Michoacán.
Aunque estudió la carrera de Derecho en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Gaspar Aguilera nunca soltó el amor por la poesía y la literatura, lo que formó gran parte de su historia.
Mientras Gabriela Desireé Molina Aguilar, secretaria de Cultura de Michoacán, declamó uno de sus poemas, el nudo en su garganta le quebró la voz, pues conoció su persona y su poesía en Uruapan, su ciudad natal.
La madre de Gaspar, una mujer de 100 años de edad, presenció cómo los amigos de Gaspar leían sus poemas y hablaban de la huella importante que dejó en la literatura michoacana.
Al terminar, la sala Manuel M. Ponce se llenó de aplausos para Gaspar, dejando en claro que su nombre para ellos y para Michoacán no se olvida.
Al salir de la sala, la madre de Gaspar dijo sentirse muy agradecida de que el nombre de su hijo fuera honorado en uno de los edificios más importantes de la República Mexicana, pero que, para ella, su hijo es un recuerdo constante…
