De fiesta el estadio Morelos.

* Con varias remodelaciones es uno de los principales estadios del país.

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Morelia, Mich.- El estadio Morelos está de fiesta, pues este jueves 9 de abril cumple 31 años de existencia, con gran historia que va desde ser sede mundialista, de Copa Libertadores, conciertos y magnos eventos religiosos, y la casa del equipo local, durante ese mismo periodo, Monarcas Morelia.

El estadio, “Generalísimo José María Morelos y Pavón, en honor del héroe moreliano de la Independencia de México, se inauguró el 9 de abril de 1989, en la búsqueda de poder ser sede del Mundial México 86, y ante la falta de capacidad del estadio, Venustiano Carranza que era insuficiente para dar cabida a todos los seguidores del equipo michoacano. Finalmente la sede mundialista se trasladó al Estadio Corregidora de Querétaro, al no poder estar a tiempo, y la sede alternativa al “Sergio León Chávez” de Irapuato, pero el “Coloso del Quinceo”, no obstante, formó su propia historia.

El encuentro inaugural fue protagonizado por Monarcas Morelia y el América, con primera anotación en el inmueble del chileno, Juan Angel Bustos que al final le dio la victoria de dos por uno a la escuadra local.

El que es considerado el octavo estadio más grande de México fue sede de la Copa Mundial de Fútbol Sub-17 del 2011.

Se han desarrollado cuatro finales del fútbol mexicano, la ida del Invierno 2000 ante Toluca, en el que a la postre se corono la oncena michoacana, único título del equipo; la ida por el campeonato del Apertura 2002 también con los “Diablos”, y la final de vuelta del Clausura 2003 frente a Monterrey, en estos últimos donde Monarcas fue subcampeón.

En el 2002 se instala el alumbrado con el objetivo de poder desarrollar los juegos de la Copa Libertadores, y en el 2004 la pantalla gigante, la cual se reemplazó en el 2010 por una de mejor calidad. 

Sede de la final de Copa entre Monarcas y Atlas en el 2013 donde los michoacanos se impusieron en penales, y obtienen el primer campeonato en el Estadio Morelos.

La iniciativa para la construcción del inmueble fue obra del empresario, Luis Alvarez Barreiro, apoyado por el Gobernador del Estado en ese entonces, Luis Martínez Villicaña, quienes formaron un patronato que dio pie a este escenario.