Una tradición vibrante y colorida

(Imagen: Asaid Castro/ACG)
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Morelia, Mich. | Redacción.- Fue este sábado en el corazón de Morelia donde las festividades se visten de colores y alegría con la presencia de los famosos “toritos de petate”. Estas emblemáticas figuras, elaboradas con maestría artesanal, son mucho más que simples adornos: representan la esencia misma de la tradición y la devoción de las comunidades michoacanas.

Cada torito de petate, meticulosamente confeccionado con cañas de maíz y papel de colores brillantes, cuenta una historia única. Desde los pequeños hasta los grandes, estas creaciones adornan las celebraciones religiosas y populares a lo largo y ancho del estado.

Durante las festividades, los toritos cobran vida, moviéndose al compás de la música y las danzas tradicionales que llenan las calles de alegría y energía. Su presencia, más que un espectáculo visual, es una manifestación de la identidad cultural y espiritual de Michoacán.

Se cree que los toritos de petate tienen un poder protector, ahuyentando los malos espíritus y trayendo prosperidad a las comunidades que los veneran. Por ello, son parte integral de procesiones y rituales que honran a las deidades locales y a las tradiciones ancestrales.

En resumen, los toritos de petate son el alma de Michoacán. Con su presencia, iluminan las noches, llenan los corazones de alegría y mantienen viva la llama de la tradición. En un estado tan rico en cultura como Michoacán, los toritos de petate son un símbolo de orgullo y una fuente inagotable de inspiración para las generaciones venideras.