Acueducto | Columna
1.- Ante el crecimiento de su figura al interior del PT, que empezaba a desdibujar a su compañero e impulsor Reginaldo Sandoval, aunado a su aguerrida y hasta “gandalla” negociación con morenistas para ir en alianza en las candidaturas a cargos de elección popular del pasado proceso electoral, lo cual provocó que pidieran otro interlocutor, Francisco Huacuz obligado tuvo que salir del petismo e incorporarse al PRD, a través de una invitación realizada por el entonces gobernador Silvano Aureoles Conejo.
2.- A partir de ahí, ambos, Silvano Aureoles y Francisco Huacuz, políticamente hablando, son uno para el otro y viceversa, incluso el segundo ha logrado posicionarse como una de las grandes figuras al interior del partido político del Sol Azteca, mucho más que otros que tienen una larguísima militancia, pero no solo por su relación con el que ya se considera aspirante presidencial, sino porque, en los hechos, tiene importantes cuadros partidistas, sobre todo en la región michoacana de Tierra Caliente.
3.- Por eso, Silvano Aureoles recientemente se sintió, cómodo, cuando el ex petista le organizó una de las mejores concentraciones en el estado que enfatiza su regreso, tras una atrabancada, dispersa, gira por algunos puntos del país, con más ruido que nueces. Un regreso que inquieta a los morenistas, pese a que no se ha establecido que llega para quedarse, y, aun así, ya está provocando la reactivación de acusaciones mutuas, sin enrarecer y/o contaminar el clima político de la entidad, al menos no todavía.
