Morelia/Constanza Orozco Huazano
Tiene 23 años de trayectoria, inició en el noventa y cuatro con Teatro callejero, pantomima solo.
Le avisaron que debía presentarse a las 11:00am en la Casa de la cultura pero lo que no sabía es que sería un encuentro con los medio de comunicación para dar a conocer su Taller de Composición coreográfica. Su mirada pasó de ser relajada a mostrar un poco de nerviosismo al ver las cámaras, luces y micrófonos tan cerca, aun así, respondió con tranquilidad a todas las preguntas.
Sus respuestas eran cortas, concretas y cuando se le preguntaba acerca de él y de su trabajo, miraba hacia al cielo como quisiera alcanzar las ideas con los ojos, cuando volvía la mira su respuesta expresaba total sinceridad.
“Fui mascota de los pumas… hacía lo que se me ocurriera”. Su trayectoria no se ha enganchado a la escuela. Ha pasado por ahí sin embargo no ha logrado formar parte fundamental de su trabajo “No sirvo para escuela… De todas me corrieron.”
Su compañía escénica es iLUZorio fundada en 2012 por él mismo. No es docente, no le gusta, al pensar en eso se encogía de hombros y simplemente decía que no podría enseñar el arte “Enseñar arte es relativo. El arte es sensorial”
Su profesión está en la calle, es mimo y payaso, se educó en la calle y no se considera artista, sino entrenador escénico. Su espacio de trabajo se encuentra los fines de semana en Coyoacán, en su compañía en eventos y foros y en ocasiones en el circo del Sol y otros que le piden hacer espectáculos.
Es actor, le gusta y lo hace, sin embargo la mayoría de sus trabajos son sin texto, ni palabras “si mi trabajo es español solo personas que hablen español lo van a entender, en cambio las sensaciones son universales”
Como en todo, nada es completamente blanco y si hay algo que a Juan Ramírez no le gusta es ser visto, se considera demasiado introvertido. ¿Cómo lo resuelve en escena? Cuando sales al escenario es como traer pues una máscara, no eres tú es tu personaje y trabaja bajo esa premisa, viviendo cada instante del presente con todos los sentidos.
Su actitud, y su postura eran siempre naturales e incluso el simple movimiento de su mano contenía un ritmo singular, al igual que su voz, el tono de ésta, danzaba incluso sentado, con la mirada y su respiración.
Tiene ídolos y modelos a seguir y con notoria seriedad advirtió que las personas a quienes admira podrían parecer extrañas. Sus ídolos son entre otros, Maradona, Michael Jackson, Bruce Lee, Elvis Presley… Porque son el número 1. “Personas que cuando hacían lo que hacían, paraban el mundo”
“Mi meta es dejar de ser mexicano y convertirme en ciudadano del mundo… Lo intento todo el tiempo”.
