Tere, despachando amor

(Foto: Montserrat Herrera)
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Morelia, Mich. | Montserrat Herrera/Acueducto Online.- María Teresa, una mujer de 60 años, ha trabajado toda su vida fuera de casa, ya que la vida de ama de casa no era para ella.
Tere, como la llaman todos los que van a comprar a la tienda “Chuches Tacos”, dice ser una persona feliz por trabajar en esa tienda de abarrotes, pues el cariño y la calidez de la gente la hace sentir en familia.

— ¿Le gusta trabajar aquí?
— ¡Me encanta!
— ¿Por qué?
— Porque toda mi vida he trabajado, todo el día, fuera de mi casa. No me gusta estar en la casa. Me llama la atención lo que hay que hacer en la mañana como la comida y el quehacer, pero quedarme en la tarde a ver novelas no me gusta. Aquí está la televisión, a veces pasan días y no la prendo…
Tere ha trabajado desde que tiene 7 años. Es una mujer moreliana que ha visto, toda su vida, por sí misma y ha trabajado para sí misma. Aunque nunca tuvo hijos y nunca se casó, siente el amor y el apoyo de todas las personas que le rodean.
“Tengo amistades, verdaderas amistades, tengo comadres, gente que me quiere y me aprecia de verdad, que me han ofrecido su casa… entonces yo soy muy feliz aquí”.
Desde sus 16 años no había recibido apoyo por parte de nadie de su “familia”, así que tuvo que vérselas sola para salir adelante, eso, dice, le ha creado un carácter que la ha ayudado a seguir trabajando.

— ¿Tiene algún recuerdo bonito que atesore mucho?
— Cuando murió mi mamita, no cabía aquí la gente de: “¿qué pasó, Tere? ¿Todo bien?”. Soy muy escandalosa para llorar, yo no puedo llorar quedito… necesito gritar para poder llorar. La gente se reunía para decirme: “Tere, vente para la casa, quédate aquí conmigo”, y les decía: “no, no, yo me voy a la funeraria con mi mamita”. Eso, para mí, es algo que atesoro muchísimo.
— Se quedó en su corazón el apoyo de todos.
— Son cosas que no se pagan con nada, porque no cualquier persona te echa la mano ni te dice “¿cómo estás? Todo va a estar bien. ¿Estás descansando? Descansa aquí conmigo”. Para mí, lejos de que me paguen, gracias a mi papá Dios el dinero no me falta, pero lejos de eso… el cariño, el amor y el afecto que me tienen, para mí, es más grande.
Tere, la señora de la tienda, forma parte del día a día de las personas que viven cerca de la Plaza Jardín La Soterraña, tanto que la han visto como parte de su familia.
“Una señora que acaba de fallecer en mayo, se llamaba Lily… cuando me sacaron de la otra tienda me dijo: “¡ay, Tere! A mí me duele mucho que ya no estés, porque yo te quiero mucho, eres parte de mi familia porque platicamos, te tengo mucha confianza, eres una persona que se te plática y a nadie se lo comunicas”. Y le dije: “no, si algo tengo es que soy una persona muy sincera y muy leal”… entonces, será por eso que la gente me aprecia.
Tere dice tener un carácter tan fuerte que es exigente hasta con ella misma y, eso, la hace tener un gran respeto por parte de las personas a las que atiende, pero ese carácter nunca ha influido en lo mucho que la quieren.
Es así como Tere, una mujer que muchos podrían creer solitaria, hizo su propia familia a través de la gente que la quiere y la estima, que la ve como alguien de su cotidiano y, ella, se siente plena y feliz de poder recibir ese amor.