Morelia / Nancy V. Herrejón
“No se sabe nada, tuvimos tres llamadas falsas de extorsionadores, pero no ha habido nada congruente de que nos muestren fotos o hablemos con él, nada”, expresó Marco Gómez hermano del activista y defensor de la biósfera de la mariposa monarca Homero Gómez, desaparecido desde 13 de enero.
Los familiares señalan que aún no hay indicios de su paradero, ya que solo han recibido llamadas de rescate falsas. Silvano Aureoles Conejo, gobernador del estado de Michoacán declaró la tarde de este viernes que se había detectado que las llamadas eran de extorsión realizadas desde dos penales, uno en Matamoros y otro en el Estado de México.
La familia descarta por completo que su desaparición tenga que ver con sus actividades relacionadas con la promoción y cuidado de la mariposa monarca, puesto que Homero Gómez es muy querido por la comunidad, alrededor de 500 personas han emprendido la búsqueda del activista por la región.
Marco Gómez menciona que Homero se encontraba en la comunidad El Soldado porque había asistido a una feria en compañía de amigos diputados locales y funcionarios de los municipios de Ocampo y Zitácuaro.
Aureoles dijo que las autoridades investigadoras son muy minuciosas para manejar con precaución los datos, ya que personas cercanas a Homero comenzaron a difundir por las redes sociales el caso, esto ocasionó las llamadas de extorsión que recibió la familia.
El titular del ejecutivo estatal manifestó su apoyo y confianza total en la fiscalía “Sabemos que se está haciendo un trabajo muy minucioso, el fiscal de Michoacán, Adrián López Solís, está en comunicación permanente con la familia y no vamos a descansar hasta encontrarlo, mi deseo es que lo encontremos con bien y a salvo, subrayar que el caso está en las manos de la fiscalía, pero nosotros estamos dándole seguimiento al tema”, mas la Fiscalía General del Estado de Michocán aún no les ha dado resultados de su investigación, declaró Marco Gómez.
La camioneta de Homero Gómez quedó estacionada en el lugar donde el propio Homero la dejó, su teléfono celular y una tableta electrónica aparecieron en la presidencia municipal, “porque posiblemente las olvidó ahí” dice Marco Gómez.
