Sin elefante, sin camello, llegaron los Reyes…

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Morelia/Samuel Ponce Morales

Una tarde de ensueño para los pequeños creyentes de los Reyes Magos; por fin, los vieron cerca, algunos muy cerca, y parecían iluminados y enormemente felices, algunos, los no tan menos sospechaban que vivían un sueño.

Los tres Reyes Magos, montados a caballo, sin el elefante, sin el camello de las historias, de las leyendas, iban resguardados, porque decir fuerte pero discretamente escoltados, casi por los cuatro puntos cardinales.

Melchor, Gaspar y Baltazar, iban a paso lento, sin prisa, mayoritariamente sonrientes, mirando y desmirando a los pequeños que directa, que indirectamente, fueron a su esperado encuentro, emocionados, más que emocionados.

El paso de los que ilusionan a aquellos infantes que bien o mal portados suelen tener la esperanza de que les den el regalo, los regalos esperados, más, con mayor énfasis en los últimos días decembros y los primeros del año.