Morelia, Mich. | Redacción.- La curiosidad, el conocimiento y la inquietud de José Antonio Romo, hombre nacido artista y creado fotógrafo, fue lo que un día lo llevó a encontrarse a través de los paisajes de la ciudad de cantera rosa.
Nacido en un lugar remoto y donde el sujeto no encontraba las respuestas de su imparable ser, fue la razón por la cuál este decidió empezar a buscar la respuesta de donde su destino le deparaba.
Después de muchos recorridos y cientos de páginas almacenadas en su cerebro en cuanto a la información que él buscaba, lo encontró.
Una ciudad que se pintaba de rosa por las calles, prometía el crecimiento y el espacio que él deseaba para derrochar su talento y cultura.
Ciudad situada al occidente mexicano y nacida entre los llanos, Morelia fue el destino donde Romo encontró la razón y destino de documentar su vida a través de las calles y paisajes que está le brindaba.
Buscando y recorriendo a pie, entre los rincones y callejones la belleza e historia que esta tenía para brindarle y saciar su sed de arte.
Fue así como, el artista de nacimiento, decidió involucrar su talento nato depositándolo entre los reflejos de los espejos y el sol, obteniendo como resultado los retratos de la impetuosa ciudad, a través de sus años colectados en ella.
Resultado de su trabajo fueron las incontables fotos y miles de cámaras, que ven el reflejo de la historia de una ciudad, a través de los ojos de un artista.
José Antonio Romo, aquel hombre imparable, que solo buscaba un asentamiento para su espíritu conocedor, crea un patrimonio cultural de Morelia, que perdurará y quedará inmortalizado para la eternidad en el reflejo de sus fotografías y talento.