Por un Michoacán sin armas

Foto: César Cabrera
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Morelia, Mich. | César Cabrera/Acueducto Online.- Sobre un tramo de la carretera Uriangato-Morelia, el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla puso en marcha el programa de desarme en Michoacán. Aquí, en el Cuto del Porvenir, se presenta la estrategia para consolidar la paz en la entidad, tras varios años violencia interminable.

La relativa calma de esta vialidad se ve entorpecida por la presencia de las distintas corporaciones de seguridad, pues por momentos la circulación se detiene o es obstruida por las patrullas estacionadas. Armados hasta los dientes, los elementos policiacos como de las fuerzas federales, vigilan la zona, ya sea a bordo de las unidades o ras de tierra.

Otros, se hacen acompañar de binomios caninos, los cuales portan una vestimenta que los identifica como miembros de la Policía Michoacán.

A la zona, antes de la hora programada, arriba el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, quien aprovecha para dialogar con los mandos militares y el secretario de Seguridad Pública, José Alfredo Ortega Reyes.

Tras la llegada de todos, incluido el fiscal general Adrián López Solís, se da comienzo al evento, el cual dura poco menos de 30 minutos. Tanto Ortega Reyes, como el propio fiscal y gobernador, coinciden en que la coordinación podrá permitir construir la tan anhelada paz en Michoacán.

En el acto sale a relucir el nombre de un personaje polémico y manchado en la entidad; del comisionado para la seguridad en los tiempos de Enrique Peña Nieto, Alfredo Castillo. Lo menciona el mandatario estatal en dos ocasiones.

La primera, al leer su discurso y, la segunda, cuando ironiza al decir que habrá que preguntarle sobre a quiénes les dio armamento, pues ellos no saben. Es así que, sin saber cuánto armamento le fue entregado a los grupos de autodefensas, se inician los trabajos por un Michoacán sin armas.