Morelia, Mich./Xana Zamudio.- “Hemos tenido que estar encerrados para evitar generar algún gasto, pero hay gastos que no se pueden evitar; la luz, el agua, la gasolina”, comentó Gabriela Ríos para Acueducto Online, una trabajadora del espectáculo en Morelia que no ha podido realizar su trabajo desde el marzo pasado debido a las medidas sanitarias ante la pandemia por COVID-19.
Gabriela compartió que hace aproximadamente 8 años se desempeñaba como ama de casa, sin embargo, fue el sueño de su hijo que le permitió incursionar en el ambiente del espectáculo en los diferentes eventos sociales a través del servicio de sonido y la renta de un salón que éste emprendió.
“Todo empezó por un sueño de mi hijo. A él desde chiquito le gustaban mucho las luces, el sonido y todo eso”, recordó Gabriela, “fue creciendo y pedía a los reyes magos que unas luces, que una bocina y, gracias a Dios, tuvo la oportunidad de recibir una herencia y de ahí él hizo su sonido”.
Ante la empatía con las actividades de su hijo, Gabriela dijo empezar a cooperar con él, “a mí como me gusta todo eso, empecé a acompañarlo y a ayudarle a montar y desmontar, a lo que él me pedía. Ahora sí que soy su empleada”.
“Teníamos en abril como cinco fiestas por cubrir y en mayo como unos diez, aproximadamente, más las de junio. Había bodas, bautizos, cumpleaños, de hecho, hasta bienvenidas de gente que venía de Estados unidos”, lamenta ante la suspensión de eventos por parte del gobierno de Morelia debido a la contingencia por coronavirus que ha causado, en lo inmediato, efectos negativos económicos en el rubro.
“Nosotros somos 7 en la familia quienes dependemos de esos ingresos, más los empleados, ahorita tenemos cinco muchachos, afortunadamente son solteros casi todos, uno de ellos sólo tiene un hijo”, comentó. Entre los trabajadores que señala, se encuentran animadores, zanqueros y personal de apoyo para la conexión de equipos.
Finalmente, hizo un llamado al gobierno estatal para el apoyo alimenticio y monetario, “que nos apoyen con despensas y préstamos, nosotros nos comprometemos a que, si nos apoyan con un crédito, lo pagaremos en cuanto sea posible porque todos somos gente muy trabajadora, no vamos a quedar mal. Nosotros pedimos una ayuda, como la que se pediría a un familiar o amigo”.
