Acueducto/Morelia
Un acontecimiento inaudito sucedió en el poblado de La Gresle en Francia donde sus habitantes a manera de protesta tomaron la decisión de prohibir a sus familiares y amigos del lugar morirse los fines de semana o días festivos.
Esta manifestación se debe a que existe una falta de atención sanitaria, además es muy complicado encontrar médicos en esas fechas debido a la lejanía del lugar con la ciudad de Lyon, que está a 70 kilómetros de distancia.
El pasado primero de diciembre familiares de un hombre que había fallecido en su domicilio tuvieron que esperar alrededor de dos horas y media para que un médico certificara su muerte.
“Lo que pasó fue una falta de respeto por los difuntos y familiares. Hemos tomado esta medida para denunciar una situación sanitaria catastrófica en nuestro pueblo”, señalaron los habitantes.
