Nicolaitas patentan tratamiento contra el cáncer

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Morelia/Acueducto

La Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo cuenta con una nueva patente denominada “Ciclodipéptido de origen bacteriano con propiedades anticancerígenas y sus usos en el tratamiento del cáncer”, misma que le fue otorgada por el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial el pasado 18 de julio y en la cual tuvieron participación cuatro investigadores adscritos al Instituto de Investigaciones Químico Biológicas. 

En rueda de prensa, realizada en el Centro de Información Arte y Cultura, Marco Antonio Landavazo Arias, titular de la Coordinación de la Investigación Científica, señaló que esta es una noticia muy importante, muestra del trabajo que la comunidad universitaria viene realizando día a día en materia de investigación, más allá de las complicaciones que enfrenta actualmente la institución.

Este logro de los investigadores, dijo, es el resultado de muchos años de trabajo que involucra a la comunidad académica nicolaita, un indicador de la solidez del trabajo
de investigación científica y tecnológica que se realiza al interior de la universidad.
“Con esta son ya seis las patentes con que cuenta la universidad, además de cinco
solicitudes más que tenemos en proceso de las cuales también se esperan buenos
resultados”.

El director de Planeación Universitaria, Julio Vargas Medina, coincidió en que la
patente es un reflejo del avance en el desarrollo tecnológico de la Casa de Hidalgo,
un logro muy importante dado que en la Universidad Michoacana no se tiene
totalmente arraigada la cultura del registro de patentes.

El paso a seguir ahora, explicó, es buscar la transferencia tecnológica, es decir que
el sector salud, empresarial y farmacéutico adopte la patente y busque desarrollarla
de manera comercial, lo que traería beneficios importantes para la sociedad y para la
propia universidad como una fuente adicional de recursos.

El investigador nicolaita Jesús Campos García, quien, junto con María Dolores
Vázquez Rivera, Víctor Meza Carmen y Homero Reyes de la Cruz formaron parte del
equipo de trabajo de investigación, explicó que la patente tiene su origen hace 25
años con estudios realizados sobre la bacteria Pseudomona aeruginosa, donde se
encontró que esta era benéfica para las plantas como promotora del crecimiento
vegetal.

Posteriormente, continuó, se procedió a evaluar sus efectos sobre cultivos de células
humanas sanas y cancerígenas, encontrándose que sobre estas últimas los efectos
eran totalmente contrarios, es decir que eran muy tóxicas para estas células, un
indicador de que esta molécula puede ser una alternativa para el tratamiento del
cáncer, ya que, además se observó que no es toxica para las células sanas, una
propiedad que hace novedosa la patente.

Por su parte Homero Reyes de la Cruz, señaló que el registro de la patente fue un
proceso largo que llevó aproximadamente cuatro años, “esta patente representa una
gran aportación al campo científico, que puede traer muchos beneficios a la sociedad
en el tratamiento de una enfermedad tan agresiva y que tanto afecta al sector salud”.