Morelia, Mich. | Acueducto Noticias / Irene Valdivia.- La capital michoacana aún se caracteriza por ser una ciudad de naturaleza conservadora.
Dentro de las muchas polémicas en su comunidad, la sexualidad continúa siendo un tabú especialmente para las generaciones mayores.
Aun así, la presencia de diferentes movimientos culturales que han abogado por una sexualidad libre de manera más explícita ha resultado en la apertura de diferentes espacios y cambios de paradigma en torno a la sexualidad.
Un ejemplo de esto es la tienda boutique para adultos, Amalove Sex Shop.
La tradición conservadora en las calles de Morelia no impedía la presencia de establecimientos del concepto Sex Shop. Sin embargo, estos tradicionalmente recurrían a estéticas moradoras de la secrecía, cortinas que cubrían completamente no sólo la entrada sino la totalidad de la mercancía que sólo podría apreciarse una vez dentro.
Amalove llega hace 11 años a dar un giro al rubro de las Sex Shops, resignificando la discreción y creando un concepto que aún hoy es único en la ciudad.
Con una entrada elegante de aspecto teatral, los aparadores de la tienda son protagonizados por maniquíes adornados en fina lencería, llamativas gargantillas y accesorios coloridos, que enmarcan una entrada que da la bienvenida sin cortinas opacas, sino con espejos y reglamentos para los visitantes, velando por la mejor experiencia dentro de la tienda.
En entrevista para Acueducto Noticias, su administrador nos cuenta que este concepto nace oportunidad que traía la falta de una Sex Shop de tipo boutique, la cual hoy ha evolucionado también a un concepto museo, en el que las personas pueden entrar no sólo para adquirir una variedad de productos, sino para apreciar los diferentes artículos en exhibición en las dos plantas de este establecimiento cuidadosamente decorado en cada punto visible, que incluyen una muñeca tamaño real con un costo de 55mil pesos, la cual también se encuentra a la venta.
Aún así, esta tienda se caracteriza por la variedad de precios para cada tipo de cliente, teniendo desde los condones más económicos de 30 pesos, lubricantes, o hasta anillos y balas vibradoras, y la novedad del mercado, los vibradores remotos que aseguran la experiencia de pareja aún en la distancia.
Y es que Amalove cubre no sólo una necesidad mercantil, sino una necesidad social. Sus encargados expresan con satisfacción las oportunidades comunitarias que la tienda les ha traído, pues disfrutan hoy de amistades que surgieron como clientela que necesitaba orientación en cuanto a los productos y experiencias, compartiendo en la seguridad de este espacio un rasgo tan íntimo de sus vidas, como lo es la sexualidad.
También, Amalove apela a la responsabilidad social, continuamente formándose y colaborando con diferentes organizaciones de sociedad civil para educar en sexualidad.
“Hay varias opciones en cuanto a comunidades como mujeres, personas LGBT, e incluso con hombres, hay una necesidad de platicar del tema, hemos ido a foros, congresos. Nos gusta derribar los tabúes y que la gente no tenga miedo de estos juguetes que enriquecen la relación con la pareja”, expresan.
“Todo mundo se debería de atrever al menos una vez en la vida a usar un juguete sexual, para que vean cómo puede hacer la diferencia.”
