Monarcas, ¿quién gana, quien pierde?

Imagen: ACG
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Salvador Barajas

El próximo sábado, Monarcas Morelia se juega en 90 minutos su permanencia en la Primera División de México, la segunda de dos finales, la primera la solventó de buena manera frente a Pumas, donde sobresalieron la contundencia de Raúl Ruidíaz frente al marco rival, así como el incondicional apoyo de la afición local para su equipo, las tribunas se pintaron de amarillo y rojo, como nunca en ningún otro partido, esa misma afición que hizo largas filas para conseguir sus boletos de acceso, dejó en claro que por apoyo no queda para evitar el descenso tras 36 años continuos en primera división.

Es sabido que el futbol mueve sentimientos como ningún otro deporte y como pocas otras cosas en la vida, solo aquellos que no han tocado un balón de futbol, escapan de esta epidemia de magnitudes mundiales, al aficionado al futbol, o mejor dicho el fanático de un equipo, ve a su escuadra como una entidad abstracta, limpia de pecados y fallas, solo importan los colores y el escudo, solo así se entiende que tras múltiples fallas directivas y deportivas en los años más recientes, el fanático responda sin chistar a la petición de apoyo.

Esa misma afición durante la semana critica agriamente a jugadores y técnico, incluso arremete contra los periodistas que lanzan algún cuestionamiento, sin embargo a la hora de los partidos llena la grada y apoya incondicionalmente su equipo, ese sentido de pertenencia es algo muy particular en el caso de Morelia, pues su afición ha pasado por alto la reinvención que de este equipo se busco hacer cambiando uniforme, himno, nombre, ante todo ello su afición se ha aferrado a los colores a una identidad mayor heredada de de abuelos a padres e hijos, una historia que la mayoría de los jugadores de esta escuadra seguramente no conoce, que va desde el Campo Tepeyac, los Canarios, el Independiente, el Venustiano Carranza, hasta llegar al estadio Morelos.

En un descenso, los jugadores, la mayoría, seguramente encontrará acomodo en otro equipo del máximo circuito, como ejemplo, el interés de varios clubes en México, por Raúl Ruidíaz, el más reciente, el de Santos Laguna, que pagaría los casi 2 millones y medio de dólares en que está tazado el delantero peruano, los dueños del equipo en tanto, pierden en un descenso mucho dinero, una franquicia como la de Monarcas vale en promedio 30 millones de dólares, pero descendida es muy probable que su valor no alcance los 10 millones de pesos.

El Morelos

El estadio Morelos es propiedad del Gobierno del estado, un inmueble construido con dinero público y la aportación de particulares que compraron palcos y plateas, actualmente el estadio está bajo la administración del Atlético Morelia S.A. de C.V,, junto con mil 400 plateas propiedad del Gobierno del Estado, en caso de un descenso este inmueble pasaría a ser un elefante blanco o bien el estadio de mayor cupo en la división de ascenso, más de 38 mil asientos, un estadio que por supuesto fue hecho para la primera división.

Jaguares

Nadie puede asegurar que aun viviendo mejor momento futbolístico, Atlas derrote a Jaguares, las circunstancias ponen al hermano de Monarcas en la condición de ganar el partido y con ello asegurar la permanencia de Morelia en el máximo circuito, sin embargo contra todo pronóstico, Jaguares llega a la última fecha del torneo vivos y con la posibilidad de eludir el descenso.

Nadie puede darlos por muertos ni Monarcas asumir que a librado el problema, aunque es bien sabido que los de la selva son un miembro incomodo entre el resto de los propietarios de equipos, es un socio problemático y además con dificultades de solvencia económica, han sobrevivido a los amagos de desafiliación por falta de pago a sus jugadores, a separado a casi una docena de futbolistas y pese a todo sigue peleando, así que confiar en que Atlas le haga el favor a Monarcas, no es la mejor opción.⁠⁠⁠⁠