Morelia, Mich. | Acueducto Noticas.- La migración de miembros de la comunidad menonita a Campeche ha desencadenado una serie de impactos ambientales de gran magnitud, con la deforestación de vastas áreas de la selva maya y la destrucción de vestigios arquitectónicos de gran valor histórico y cultural.
Según reportes de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), la expansión de las colonias menonitas en la región ha coincidido con un aumento en la deforestación, ya sea a través de la compra de terrenos nacionales o la renta de terrenos ejidales. Esta migración ha llevado a la devastación de decenas de hectáreas de selva y la apertura de caminos hacia áreas protegidas como la reserva natural de Balam Kin.
En su afán por establecer campos agrícolas y ganaderos, así como nuevos asentamientos, los menonitas han utilizado maquinaria pesada para talar árboles, incluyendo especies de alto valor como la caoba. Además, han destruido montículos mayas con edificaciones y templos, algunos de los cuales tenían siglos de antigüedad.
El gobierno federal decretó el área protegida de Balam Kin en 2023, pero esto no ha detenido la deforestación. La renta de tierras ejidales a la sociedad ‘Miraflores productores agrícolas’ ha generado controversia entre los ejidatarios, quienes denuncian el despojo de sus tierras y los daños ambientales.
Adán Peña Fuentes, comisionado nacional de Áreas Protegidas, ha señalado que la deforestación y la destrucción de zonas arqueológicas constituyen delitos ambientales graves que deben ser sancionados. Sin embargo, el comisariado local se niega a entregar el contrato de renta de tierras, dificultando las acciones legales.
Las autoridades están investigando estos hechos y han presentado denuncias ante la Fiscalía General de la República por daños ambientales. Se espera que se tomen medidas para detener la destrucción de la selva maya y proteger su invaluable patrimonio cultural e histórico.
