Melina, ser parte de muchas voces

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Morelia, Mich./Nancy V. Herrejón.- “Yo soy periodista porque quiero darle voz a las personas y ser parte de muchas voces”. Melina Trujillo trabaja como reportera corresponsal en Veracruz, después de vivir persecuciones por parte de “grupos afectados” por su labor se cuestiona si se equivocó de labor, si se equivocó en algo.

Es colaboradora de Grupo Radio Centro y también ha colaborado con la Agencia France-Press, con Uno Tv, y algunas veces con Univisión.

En Veracruz, trabajó con padres de los desaparecidos, dio  acompañamiento aun cuando el gobierno estatal no estaba de acuerdo con esa voz, incluso la línea era acallar las voces de los padres de los desaparecidos, ellos mismos empezaban a recibir amenazas.

La madrugada del sábado 14 de septiembre de 2013, Melina en ese entonces colaboradora de AFP local fue agredida junto con otros periodistas, esto en un operativo policial que iba a desalojar a 300 maestros que protestaban contra una reforma educativa, en una plaza de Xalapa, capital del estado de Veracruz.

Melina denunció que los efectivos le pidieron su cámara mientras hacia una entrevista,  la persiguieron y otro grupo de policías la golpeó y la pateó en la cabeza y el cuerpo. Se llevaron su cámara, pero se la devolvieron luego. Zurita comentó que  durante la madrugada trató de poner una denuncia, pero el ministerio público estaba cerrado.

La revista Zócalo identificó a los reporteros Roger Martínez (Imagen del Golfo), Óscar Martínez y Rubén Espinoza (Agencia ABC). Otros dos fotógrafos también resultaron heridos.

Uno de ellos, informa la agencia AFP, fue trasladado a una sala del palacio de Gobierno. Ahí le quitaron la cámara para borrar sus instantáneas. El otro gráfico corrió la misma suerte, aunque antes recibió descargas eléctricas de los bastones que portan los policías.

Melina cuenta que el tipo de lesión en la  columna vertebral que le provocaron es contraindicada hasta para tener hijos, “para mí es como complicado porque yo y mi pareja teníamos pensado en diciembre de ese año tener familia. Para mí fue muy difícil porque fue vivir con un nivel de dolor muy fuerte los primeros años”.

 Su voz es clara y contundente cuando habla acerca de que defiende con su labor:  “Los ideales han sido el empuje que ha logrado cambios en el país y que hoy seamos el país que somos; yo creo que eso es como parte de lo que me llevó a defender la libertad de expresión y acompañar a los movimientos sociales”.

Melina además de ejercer el periodismo también pinta, en las tardes cuando hay mejor luz en el patio trasero de su casa dispone sus materiales de pintura y comienza a crear, sus pinceles, sus tubos de acrílico le acompañan, cada cuadro que termina lo abraza.

Mi motivación son todas estas personas que confiaron en mí para darme un testimonio, y para dejarme ser ese puente que lleve sus voces para que otros las escuchen, la medida de mis posibilidades denuncié lo que estaban viviendo; y les di el acompañamiento incluso a costa de mi propia tranquilidad.

Zurita menciona que ha valido la pena todo lo que ha hecho, se lo dice a diario y lo sabe, “eso me hace levantarme” agrega.

“La voz de mis compañeros que hoy ya no están aquí con nosotros. Que valga la pena su ausencia. Y mi familia, por supuesto, y todo el esfuerzo que muchas asociaciones civiles realizaron, porque si cinco personas me tumbaron muchísimas personas alrededor estaban apoyándome” señala tranquila y fuerte.

Melina Zurita expone que como mujeres es doble el riesgo, debido a que suelen ser víctimas de acoso en línea y de violencia de género; dice que el gobierno es sumamente intolerante. Se pregunta al recordar las agresiones de las que ha sido víctima, “bueno, ¿qué hice, me equivoqué en algo?, ¡no!, no me equivoqué.

Con información de ONU México, Comisión Mexicana para la Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH), Libertad bajo palabra.mx