Jazmín, una moreliana, una nómada, una tormenta, un artista del tattoo

(Imagen: Cayetano Mac)
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Morelia, Mich. | Acueducto Noticias/Cayetano Mac.- Con un gran sueño y desde temprana edad, Yazmín Tormenta Estrada Herrera parecía que estaba destinada a dedicar su vida al arte, una mujer moreliana como los nómadas, realizó una travesía para especializarse y empaparse de conocimiento y técnicas para poder expresar un sentimiento.


“Como tal, soy artista visual, todo lo que son las artes visuales que incluyen las artes digitales como las plásticas. El tatuaje, que es otra técnica en la cual puedes hacer el arte; en las uñas como tal en lo que es el diseño, porque pues también es arte” explicaba Yazmín, quien, sentada sobre la fuente del jardín de Las Rosas, contaba enérgicamente la historia de su vida.

Un hogar de artistas

Mientras la conversación fluía, Yazmín o Tor, como es conocida en el mundo de la tinta y las agujas, cuenta como tomó de ejemplo a sus padres, destacando a su padre, el cual ha plasmado sus obras en distintos restaurantes de la ciudad.


Pero no queda solamente ahí, la escultura también es parte de su formación, logrando así, intervenir en las restauraciones de pinturas y esculturas de sitios religiosos como iglesias e incluso catedrales tanto en Morelia, como en Jalisco, algo que lo llena a él como una persona religiosa. “Él es una cosa impresionante”, agregaba Tor, la cual demostraba una gran admiración hacia su progenitor.


En tanto, su madre era descrita como una gran maestra en el cabello, destacando que el crear looks únicos para las personas es su especialidad. De igual manera, el plasmar sobre el lienzo de manta es una de las actividades favoritas de ella, que por palabras de Tor, es una conocedora de distintas técnicas de la pintura.

Más allá de la cantera rosa

Fue en Morelia donde Tor aprendió sobre la elaboración de tatuajes, esto en el estilo del tradicional americano, una técnica de cajón para cuando alguien es principiante en el arte de la aguja. Tuvo que cambiar su casa a Querétaro para conocer y realizar la línea fina, ya que en aquel estado, la técnica comenzaba a tener su auge.


“Yo ahí aprendí la línea fina cuando todavía aquí en Morelia no era aceptada la línea fina, los tatuadores decían no, la línea fina se te va a borrar en dos o tres años, y esa era la creencia”, explicaba Tormenta.


Pero su historia no queda ahí, el tattoo la ha hecho recorrer varias ciudades de la República, Guadalajara, Ciudad de México, Monterrey o Nayarit han sido los destinos por los que ha pasado gracias a su trabajo y lo que le hizo apreciar más a su ciudad natal y ver el arte, dese las pequeñas cosas, hasta la arquitectura más grande.


“Yo aprecié una vez que me fui porque yo decía no, yo me quiero, yo no quiero vivir aquí, no hay nada aquí. Pero cuando me fui dije no manches, la Casa de la Cultura de Morelia es otro pedo; la catedral; el arte que se maneje es otra onda; la comida, aquí todo es un arte”.

Soy Tormenta

Siendo una mujer joven que incursionó en el mundo del tatuaje, surgió la pregunta de cómo ha podido sobrellevar y abrir paso para su carrera en una escena donde el elitismo y las jerarquías prevalecen.


Acueducto Noticias: Tú como mujer en el arte, sobre todo en el tattoo, que es como un ambiente muy hostil. ¿Cómo ha sido para ti abrirte paso en este mundo?

Yazmín Tormenta: Ha sido bastante difícil. He tenido que ganarme mi lugar en los estudios en los que he trabajado. Pero pues sí, precisamente así, eso ha forjado mi carácter.


“Eso al principio era bastante difícil. Me daba mucho miedo y me intimidaba bastante, pero siempre me ganó más las ganas y la humildad de: Bueno, si no lo sé, lo voy a intentar, lo voy a aprender y ya si no me sale, pues ni modo, ¿no?”.


Tormenta no es ningún apodo como se creería en un principio, es el nombre de su identificación y lo utiliza con el cuello en alto, de manera literal.


“Y por eso me hice este tatuaje (Señalando a su cuello) Es el tatuaje más doloroso. Es el más grande y representa mi carácter. Dice Tormenta, que es mi segundo nombre, que es creo como mi nombre pues fuerte, suena fuerte”.


En sus mismas palabras, es Tor la persona de carácter fuerte quien realiza su trabajo y nada más.


Una artista seria que pasa de lado de los hábitos de otros tatuadores “más consolidados”, quienes en su informalidad y negligencia, optan por mientras trabajan fumar o beber alcohol.

Un pequeño secreto

Surgió la duda de si como tatuadora, también se ha dedicado a realizar modificaciones corporales, en este caso, perforaciones o piercings, revelando que, pese a su amor por el tattoo, hay un miedo que le impide adentrarse más allá en la técnica hermana de los tatuajes.


“Vas a creer. No me gusta la sangre; no me gustan las agujas; pero en el tattoo, a pesar de que utilizas agujas y manejas sangre. No, no se ve por la tinta. Es muy raro que un tatuaje de sangre. Pero si no, no me gusta. No soy fan”.


En lo que respecta a tatuajes, sus técnicas favoritas han ido cambiado con el tiempo, pasando del tradicional americano al neo tradicional, el realismo, el cartoon, y por ahora y gracias a su paso en un salón de uñas, la línea fina, técnica que también ha repuntado en los últimos años para las personas que buscan un nuevo tatuaje.

Entre los que menos gusto tiene por elaborar, se encuentran los tribales y sus variantes, ya que en su caso, limita mucho lo que ella podría realizar sobre la piel.

El futuro para Tormenta

Finalmente, Tor, cuenta sus proyectos a para este año, en donde el muralismo y el tattoo son prioridades y núcleos a trabajar.


“Al final de cuentas, la meta es sobresalir, sobre todo en el tatuaje, que es la rama de la que estoy enamorada. El tatuaje y el muralismo, la pintura en general. Pero en el tatuaje sí me gustaría llegar a toparme en convenciones mundiales”, anunciaba con mucha ilusión.


Querétaro será su próxima cita, en donde tiene preparado ya un lugar en la primera Convención Internacional Del Tatuaje, añadiendo que ya se encuentra todo listo para realizar el proyecto y llevarse algún reconocimiento en su participación.


“Ya tenemos el lienzo, tenemos el proyecto es de ahorita, estoy trabajando ya, ahorita dominamos lo que es el efecto oro en la piel, entonces con el fine line y el efecto oro vamos a hacer fuego ahí en la Convención”.


De igual manera, detalla que ya hay muchos encargos de pinturas por realizar, algo que retomó desde hace un tiempo gracias a un mural que realizó en un hotel de la playa de Nexpa en Lázaro Cárdenas.


Pero la meta más grande para Tormenta es que su arte la lleve a todo el mundo de aventura.


“Así que voy a tatuar por acá, qué voy a pintar por allá que no sé qué. Y eso es muy bonito, conocer la gente, las culturas, la comida. Todos lados. Ese es el propósito de este año. Viajar y hacer arte”. Finalizó la joven artista moreliana.