Honor al muralista Manuel Ocaranza

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Morelia/Acueducto

Las artes, la pintura, la música, no pueden ser herramientas para el caos, sino para el orden, tal como lo concebía el poeta y muralista uruapense Manuel Ocaranza.
Así lo remarcó Heli López Juárez, orador oficial en el marco del CXXXVII Aniversario Luctuoso de Manuel Ocaranza, en el cual estuvo presente el Ayuntamiento de Uruapan encabezado por el Presidente Municipal, Víctor Manuel Manríquez González.
Al pie de la tumba del ilustre personaje, Heli López refirió que Manuel Ocaranza Hinojosa nació el 1 de septiembre de 1841, estudió en la Academia de San Carlos bajo la dirección de Pelegrín Clavé y ahí aprendió los recursos de la escuela clásica. Fue pensionado para estudiar en Europa. Artista destacado pues en sus obras demuestra una brillante ejecución y fineza en sus cuadros románticos.
“Nunca vio al arte y la política como medios para el enriquecimiento, sino los consideró como una forma digna de expresar valores morales y estéticos de México, en una época de intervención francesa y de inestabilidad social, entendió que a través del arte era necesario emancipar a la sociedad”, anotó.


En este contexto, continuó, es necesario mirar el arte no como el espectáculo al que se recurre en tiempos de ocio, sino a la fuente inagotable de la verdadera razón de la existencia de los seres humanos: la trascendencia.
Dijo que para trascender hay que construir, y no se construye jamás desde la violencia, ni desde la ignorancia, sino desde la razón y el esfuerzo, desde las artes como la pintura, música, poesía; que no ha habido sociedad de la que hoy no nos podamos sentir orgullosos, que no haya asumido su compromiso con la cultura.
Indicó la necesidad de corregir nuestra visión de lo que consideramos cultura, que erróneamente nos han hecho creer a los ciudadanos, que la cultura es valiosa cuando viene de lejos, y más valiosa es, mientras de más lejos venga, de ahí la importancia de recuperar el legado de Manuel Ocaranza, que es de la talla de David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco y Diego Rivera, a quienes antecedió con su obra.
Posteriormente, las autoridades municipales colocaron la ofrenda floral al pie de la tumba de Manuel Ocaranza y montaron guardia de honor.