Familia michoacana en “Herencias Generacionales”

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Acueducto/Samuel Ponce Morales

Una de las familias con mayor tradición en el arte del bordado de la ribera del lago de Pátzcuaro, Michoacán, los Servín Barriga y Servín Flores, fue incluida por la estudiante de fotografía y becaria colombiana Liliana Patricia Correa Rodríguez, en el catálogo de núcleos consanguíneos mexicanos que practican y heredan los saberes ancestrales, cuya actividad artesanal se constituye en la mayoría de los casos en el principal medio de subsistencia.
Becada por el gobierno mexicano a través de un programa especial para extranjeros titulado “Estancia de creación artística”, la estudiante suramericana recorrió el país durante cinco meses y en el grupo de las 15 familias entrevistadas que sobreviven elaborando artesanías a través varias generaciones, incluye a los Servín Barriga o Servín Flores como unos de los promotores michoacanos del arte popular que “da vigencia al patrimonio inmaterial, además de contribuir con una revisión de oficios connaturales a la cultura y al ser mexicano”.

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El mosaico fotográfico de Liliana Patricia destaca la imagen de cinco miembros de esa familia, con una de las decanas en el trabajo artesanal de la comunidad de Santa Cruz, municipio de Tzintzuntzan, doña Consuelo Barriga Barriga, rodeada por Berta y Teófila Servín Barriga, Sandra López Servín y Marisela Romero Martínez.
De este pequeño grupo de la numerosa familia Servín Barriga destacan Sandra López Servín y Berta Servín Barriga, la primera porque en el Concurso artesanal de textil bordado que año con año se realiza en Santa Cruz, municipio de Tzintzuntzan, obtuvo un galardón en el 2014 y la segunda logró lo mismo dos años después. Pero además, otras destacadas artesanas de la misma familia obtuvieron en el certamen correspondiente al año 2016 primeros lugares, como Agripina Barriga Barriga y Reyna López Huerta, en la categoría de rebozos; Patricia Barriga Barriga y Guadalupe Barriga Díaz, en prendas de vestir; María Beatriz Barriga Piña y María Teresa Barriga Barriga, en manteles; Graciela Gómez Velázquez y Estela Barriga Barriga, en cuadros y en textil bordado, Berta Servín Barriga y Virginia Barriga Tinoco.

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Al explicar la intensa actividad de esta familia en la elaboración de diversas prensas de vestir y otras, Carmen Barriga Barriga, artesana de la localidad de Santa Cruz, destacó que desde 1983 su comunidad trabaja la artesanía en textil de algodón bordado, pero únicamente creando grecas y fue hasta el año de 1990, a través de diferentes capacitaciones que recibieron por parte de la Casa de las Artesanías, que empezaron a plasmar en sus bordados las vivencias y costumbres de la cultura purépecha de la zona lacustre.

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En esta región se encuentra la mayor diversidad artesanal de Michoacán, porque en ella se ejercen la casi la totalidad de las dieciséis ramas artesanales con que cuenta el estado, pero desde el punto de vista social, esta área constituye una de las más importantes por su gran diversidad cultural. Las artesanías que en ella se elaboran tienen su origen en tiempos prehispánicos, aunque en algunas de ellas encontramos la intervención de técnicas y estilos traídos por grupos europeos durante la colonia. Y actualmente una cada vez mayor influencia del mundo contemporáneo, según un comunicado oficial del Instituto del Artesano Michoacano.

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En Tzintzuntzan además, que fue centro del Imperio Purépecha y primera ciudad capital de Michoacán, se localiza a 17.4 km de Pátzcuaro a orillas del lago y cuyo nombre significa “Lugar de Colibríes”, vive también de la alfarería vidriada, bruñida, de la madera tallada, de la cantera y de las figuras y otros objetos a base de pasta de caña.