El universo bajo la mirada de Bernardo Cervantes

(Imagen: Zayda Solís(
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Morelia, Mich.| Acueducto Noticias/ Zayda Solís.- En esta ocasión conversamos con el doctor Bernardo Cervantes Sodi, que actualmente es Investigador en el Instituto de Radioastronomía y Astrofísica de la UNAM en esta ciudad, encargado del área de divulgación y comunicación de la ciencia.

Nos compartió de manera general cuál es el quehacer de los astrónomos y la importancia de conocer el universo. A propósito del eclipse solar que se vivirá el 8 de abril nos explicó la diferencia entre eclipse solar y lunar.

Cervantes es originario de la Ciudad de México, por cuestiones académicas tiene alrededor de 10 años radicando en Morelia. Estudió astronomía en la UNAM, posteriormente hizo estancias de investigación en Corea y China. Desde el año 2015 es investigador en el Instituto de radioastronomía y astrofísica.

Sobre el trabajo de los astrónomos, “en astronomía investigamos muchas cosas, desde fenómenos relativamente cercanos dentro del sistema solar, hasta todo el universo en su conjunto mediante la cosmología, que es el estudio del origen y la evolución del universo”.

En cuanto a sus intereses particulares, el académico estudia la formación y evolución de las galaxias, “el universo está repleto de galaxias, nosotros vivimos en una galaxia que es la vía láctea y además de esta galaxia conocemos miles de millones de galaxias en el universo. Mi interés científico es estudiar cómo se forman, cómo interactúan entre sí, cómo evolucionan y cómo forman estrellas”.

En la actualidad es sabido que en México es poca la inversión que se destina a la ciencia comparado con otros países. La comunidad de astrónomos en el país tiene pocos integrantes. De hecho el investigador comenta que fue por una problemática social que llegó a estudiar física y luego sus intereses se centraron en la astronomía, en un principio sentía inclinación por la biología.


“A mí siempre me interesó la naturaleza, la física, la biología y la química. Por cuestiones coyunturales, yo iba a estudiar biología en la UNAM pero se atravesó la huelga de 1999 y con el fin de no quedarme sin estudiar un año me puse a estudiar física en la Universidad Iberoamericana, la carrera de física me cautivó. Porque en física se estudian muchos fenómenos con herramientas que nos permiten dar respuestas a fenómenos muy llamativos. Dentro de la carrera me fui encauzando en la astronomía porque todas las ramas de la física tienen aplicación en ella, además la astronomía nos ayuda a responder preguntas que nos hemos hecho como humanidad desde hace miles de años”.

Sobre las dificultades de estudiar una carrera universitaria con pocas salidas laborales: “Son varias las complejidades y de diferentes niveles, desafortunadamente en México se invierte poco en ciencia. La astronomía, además, es una ciencia pura, básica, con pocas aplicaciones directas o inmediatas, no así las indirectas porque somos fuente de una derrocha tecnológica muy amplia, debido a esa poca inversión y poco interés en general en la ciencia es difícil perseguir este tipo de carreras y conseguir puestos de trabajos”.

A pesar de las circunstancias Cervantes considera que con el trabajo continuo es posible encontrar oportunidades, “no quiero desanimar a nadie que tenga este tipo de intereses. Lo que uno vaya logrando va a depender mucho de las circunstancias pero también del interés que muestre uno. Tener una carrera exitosa no depende exclusivamente de uno, pero el trabajo acrecienta las posibilidades de éxito”.

Los divulgadores de la ciencia tienen una gran tarea, hacer accesibles las abstracciones científicas para todo el público, es decir, lograr que el conocimiento de quienes se dedican a la investigación pueda ser comprendido por la población.

En palabras sencillas nos explicó qué son los eclipses, de acuerdo al investigador estos surgen cuando “tenemos una alienación entre el sol, la tierra y la luna, dependiendo el orden de estos podemos tener eclipses lunares o solares”.

Los eclipses lunares se dan cuando “tenemos una alienación entre el sol, la tierra y la luna, la tierra proyecta una sombra sobre la luna provocando un eclipse lunar, estos eclipses son muy frecuentes durante el año porque la sombra de la tierra sobre la luna es muy grande”.
A diferencia de los eclipses solares “en cambio si tenemos una orientación de sol, luna y tierra, la luna es la que proyecta su sombra sobre la tierra, esta sombra es relativamente pequeña y no es visible en toda la superficie de la tierra y es así que se producen los eclipses solares”.

Es decir, depende de la ubicación de los astros se da un efecto distinto, en el universo no existe la noción de arriba o abajo, “la luna a veces está arriba y a veces abajo, curiosamente la órbita de la luna en torno a la tierra no es completamente paralela a la órbita de la tierra en torno al sol, entonces a veces se cruza la luna y a veces no, por eso no siempre que tenemos una luna nueva hay eclipse. Tiene que coincidir en el mismo plano”.

“Los eclipses solares ocurren dos o tres veces por año, en alguna parte de la tierra. Los lunares son mucho más frecuentes y generalmente ocurren en más de la mitad del disco de la tierra. A diferencia de los sismos, son muy fáciles de predecir, al menos son fáciles de predecir los cercanos porque para predecir eclipses en el futuro distante necesitamos hacer un modelo dinámico de todos los objetos del sistema solar para conocer con precisión cuándo van a ocurrir esos eclipses”.

Gracias a que los seres humanos a través del tiempo han dedicado tiempo a la observación del cielo han desarrollado modelos que permiten calcular cuándo ocurrirán los eclipses, “los humanos hemos sido exitosos en la predicción de los eclipses desde hace miles de años por diferentes culturas, a medida que nuestras mediciones se refinan nuestros cálculos son más precisos”.

En este proceso de observar el cielo y estudiar el universo, el astrónomo considera que es posible reflexionar sobre la existencia de la humanidad, “el universo nos inspira mucho, si estudiamos el universo en todo su conjunto nos damos cuenta de que somos una especie de homínidos que viven en una piedrita que está orbitando una estrella de cientos de miles de millones en la vía láctea, y la vía láctea es una de cientos de miles de millones, billones o trillones en el universo. Somos algo relativamente insignificante pero también no lo somos, porque gracias a que somos capaces de comprender el universo, se hace cognoscible en sí mismo. Somos pequeños e insignificantes a escala galáctica o universal, a escala del universo en su conjunto. Pero también somos capaces de entender esa enormidad, vastedad y conocer nuestra posición en el universo e incluso tener modelos para predecir cómo se va a comportar ese universo”.

En este reflexionar, vivir los eclipses nos recuerda la magnificencia del universo: “los eclipses no dejan de ser maravillosos, siempre llaman la atención, curiosamente ocurren gracias a una coincidencia astronómica, el tamaño aparente del sol y la luna desde la tierra es el mismo pero únicamente porque coincide que el sol es 400 veces más grande que la luna y que la luna se encuentra 400 veces más cerca a la tierra que el sol. Somos muy afortunados”.


El investigador considera que su tarea es modesta, aunque no por ello, menos importante, aseguró: “No tengo aspiraciones de ser una gran figura científica pero si quiero que mi aportación sea incremental, que marque cierta diferencia, al menos, en los campos que estoy trabajando, pero también tengo muchos intereses en cuanto a docencia y difusión de la ciencia. Siempre me ha gustado interaccionar con las nuevas generaciones, son siempre muy ávidos de conocimiento y recordemos que lo que transmitimos a estas nuevas generaciones es producto de cientos de años de avance tecnológico. Somos muy afortunados y me considero afortunado de poder transmitir ciertos conocimientos y habilidades a las nuevas generaciones y al público en general para que apreciemos de una manera más consciente y plena nuestro universo, nuestra casa que es la tierra”.

Finalmente, recuerda que es importante observar el eclipse solar de manera segura con lentes y telescopios certificados para evitar daños en la vista a largo plazo. Nunca es recomendable ver al sol de manera directa.

Concluyó “ nunca hagan una observación directa sin el equipo adecuado, no se pierdan esta oportunidad. Si tienen oportunidad de viajar a las zonas de eclipse total, es altamente recomendable, si se quedan aquí en Michoacán o en Morelia por favor, visiten las sedes en donde estaremos encantados para atenderlos”.