El día de su bautizo

ACG
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Morelia/Sandra Soraya Castro

El 13 de diciembre de 1991, la UNESCO declaró a Morelia como Patrimonio Cultural de la Humanidad.

El reconocimiento se basó principalmente en la riqueza arquitectónica concentrada en el primer cuadro de la ciudad.

El Centro Histórico de Morelia está constituido por 271 hectáreas, 219 manzanas, 15 plazas y mil 113 monumentos.

La zona constituye en América un modelo origina de desarrollo urbano del siglo XVI que además cuenta con el distintivo de la cantera rosa, hecho que ha originado que la capital michoacana sea llamada justamente “la ciudad de las canteras rosas”.

De acuerdo con cronistas e historiadores, del total de monumentos incluidos en el reconocimiento entregado por la UNESCO, 200 son históricos debido a que en ellos se desarrollaron pasajes importantes de la vida del estado y de México.

Como ejemplo se encuentra la casa en donde nació don José María Morelos; el edificio en donde se llevaban a cabo las reuniones de los conspiradores; la casa que perteneció a Agustín de Iturbide y otras muchas.

El centro histórico de Morelia fue nombrado Patrimonio de la Humanidad debido a las siguientes características:

1. Por su planificación urbanística en la que se fusionan los conceptos del Renacimiento español con la experiencia mesoamericana. Sus calles, perfectamente adaptadas a las laderas de la colina, conservan su trazado primigenio.

2. La vida arquitectónica de la ciudad puede leerse en sus más de doscientos edificios históricos. Construidos con la cantera de color rosa característica de la región, estos monumentos ponen de manifiesto la magistral y ecléctica fusión del espíritu medieval con elementos renacentistas, barrocos y neoclásicos.

3. Morelia fue cuna de varios personajes importantes de la independencia de México y desempeñó un importante papel en la historia del país.

Cabe hacer mención que el Programa Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO surgió en 1972 con el objetivo de catalogar, preservar y dar a conocer sitios de importancia cultural o natural excepcional para la herencia común del ser humano.