El arte de gobernar | Hugo Gama Coria

Hugo Gama Coria. Licenciado en Derecho y Maestría en Derecho Civil por la ULSA. Cursa la Maestría en Derecho Constitucional en la UNLA. Se ha desempeñado como director de Gestión Empresarial, director del Registro Civil, asesor del Congreso, secretario particular del Fiscal General, subsecretario de Enlace Legislativo. Actualmente es magistrado en el Tribunal de Justicia Administrativa.
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Opinión | Columna

Para gobernar o ejercer el poder debemos partir de la premisa de que cualquier autoridad, en cualquier orden de gobierno, Poder del Estado u organismo, tiene obligaciones constitucionales y/o legales, que establecen cuáles son sus funciones.

Pero no solo se trata de cumplir con un mandato legal; también hay que construir políticas públicas o proyectos que permitan fortalecer el desarrollo económico, social, cultural o humano de un país, estado o municipio, para lo cual se requiere habilidad, sensibilidad, gestión y mucho diálogo.

La política no es otra cosa que el arte de gobernar, de construir acuerdos, tender puentes y mantener diálogos suficientes para ejecutar proyectos en beneficio del colectivo; el respeto y la tolerancia son fundamentales para el buen tránsito de los proyectos o las políticas públicas.

Generalmente, los proyectos no se materializan cuando no se logra construir acuerdos que los sustenten. Ninguna idea o proyecto sale avante sin la habilidad para tender puentes; es decir, es indispensable establecer alianzas que posibiliten alcanzar los objetivos trazados.

Ahora que estamos inmersos en procesos electorales veremos quizá propuestas, pero de igual manera señalamientos entre quienes portan las candidaturas; sin embargo, ellos y ellas saben que, para alcanzar los votos suficientes para ganar y acceder al poder, también requieren construir acuerdos con actores sociales y políticos (incluso con la fuerza contraria). No se trata solo de ofrecer discursos prometedores: En las elecciones se requiere hacer política, solo así se alcanzan los triunfos.

Comentario por el 8 de marzo

En México aún prevalece el debate sobre las manifestaciones del 8 de marzo por la conmemoración del Día Internacional de la Mujeres, o por cualquier manifestación que se realice para defender derechos o exigir justicia por el crimen cometido en contra de una mujer. Y señalo que existe un debate porque todavía hay personas que se ofenden más por una pinta a un inmueble que por una mujer asesinada, violentada o víctima de acoso laboral o sexual, lo que resulta en un “menosprecio de los derechos humanos”; esto es: aún no logra permear en toda la sociedad la importancia del reconocimiento y respeto de los derechos de las mujeres y las niñas, su derecho a la igualdad y la dignidad.