Editorial. Tergiversación, del INBA a la SECUM

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Morelia/Samuel Ponce Morales

1.- Sin lugar a dudas, más que lamentable la serie de irregularidades detectadas en la organización de los Premios Bellas Artes de Literatura 2019, entre ellas la ilegal y deshonesta apertura de plicas, el sobre cerrado y sellado en que se reserva datos de los participantes, sobre todo en los concursos de Cuento Infantil Juan de la Cabada, de Novela José Rubén Romero, de Literatura en Lenguas Indígenas y de Cuento San Luis Potosí Amparo Dávila, situados en igual número de estados del país.

2.- Y, ante esa situación, se puede absolutamente entender la ira, el enojo e incluso, hasta cierto punto, dirigir en diferente forma  esos sentimientos hacia los responsables de quienes intervienen en los Premios Bellas Artes de Literatura 2019, tanto de los funcionarios de gobierno federal como de las entidades involucradas, pero no del todo a una parte de la prensa que en el caso ve una veta para denostar por denostar, sin indagar, sin discernir, sin deslindar culpables, sin hacer un trabajo periodístico profesional.

3.- A estas alturas, oficialmente, se sabe que la apertura de las plicas fue a través de indicaciones del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), de la coordinadora de Literatura, Cristina Rascón Castro, quien por ello se vio obligada a presentar su dimisión, y no de las áreas culturales de los estados involucrados: Campeche, Michoacán, Oaxaca y San Luis Potosí; y en particular la segunda entidad, la Secretaría de Cultura de Michoacán (SECUM) sufrió exagerados embates de algunos medios más de diatriba que nada, sin un final que dijera: disculpe usted.