Samuel Ponce | Acueducto Online
1. ¡Fuera protocolos!, y, así fue en el llamado segundo encuentro del Plan de Apoyo en Michoacán, y no solo por la ubicación del presídium, en el cual el alcalde de Morelia, Alfonso Martínez Alcázar y el Rector de la Universidad Michoacana, Raúl Cárdenas Navarro, fueron situados en cada uno de los extremos; ambos estaban por encima del líder empresarial Raymundo López Olvera y del representante católico Ignacio Gil Moreno.
Un Gobierno de México sobre representado en el presidium, solo bastaba el secretario de Gobernación Adán Augusto López Hernández, y del comandante de la Guardia Nacional Luis Rodríguez Bucio, no más; normal la presencia del Gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, de la diputada local Adriana Hernández Íñiguez y del magistrado Jorge Reséndiz García.
2. ¡Como en campaña!, el arribo al Centro de Convenciones de Morelia del secretario de Gobernación, Adán Augusto López, fue horizontal, de saludos, abrazos, selfies y de escuchar casi sin límite de tiempo, a quien se los pidiera.
Si, si, como si fuera candidato presidencial con ventaja en las preferencias electorales, pero ese andar provocó alrededor de sesenta minutos de retraso del evento y algunos débiles silbidos que insinuaban la desesperación de esa espera que parecía no tener fin.
Y, sin embargo, se le vio como un político sencillo, amable, cortés, sensible y directo, lo cual demostraría en su mensaje, pero con demasiados dejos coloquiales, medianos compromisos y escasos anuncios concretos.
El anuncio más importante, en quince días vendrá a la capital michoacana la secretaria de Educación Pública, Delfina Gómez, a firmar la federalización de la nómina educativa; solo que su operación no será fácil.
3.- ¡Las cifras alegres! fueron del titular de la Guardia Nacional y del subsecretario federal de Seguridad, Ricardo Mejía Berdeja, quienes, reconociendo la preocupación por la violencia existente, pero intentaron aminorar la gran percepción que hay en ese sentido.
Por la gravedad del tema se impulsó el evento, por los casos de San José de Gracia, de San Juan Nuevo y de Aguililla que ocasionaron alerta presidencial, por lo que el primero hizo lo posible para justificar la política de seguridad federal.
Por ello, a su manera, los demás del presídium, en sus respectivas intervenciones, abordaron, inevitable, el tema, todos con cautela, pero bajo la esencia de que el combate a la violencia es de todos.
4.- ¡Gritos y manotazos! fueron por igual un distintivo en el segundo encuentro del Plan de Apoyo a Michoacán. Las autoridades purépechas de Arantepacua no respetaron o se les permitió romper la institucionalidad del evento en su reclamo de justicia por los sucesos del 5 de abril de 2017.
Fecha en que la Policía Michoacán irrumpió en la comunidad y tuvo un enfrentamiento ante supuestos integrantes del crimen organizado; fecha en que el hoy fiscal Adrián López Solís era secretario de Gobierno; a él fueron los reclamos.
Ante el rompimiento institucional, abordó la tribuna el perredista Antonio García Conejo para hablar de la urgencia de unificar a los michoacanos, pero dio pauta a los abucheos cuando dijo que hay que dejar echarle la culpa al pasado, viniendo a la memoria el gobierno silvanista.
