Crónica | El día que Morelia se detuvo

(Foto | Jaqueline Espinoza)
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Morelia, Mich. | Acueducto Online/ Jaqueline Espinoza.- Lo que parecía un inicio de mes común, se convirtió en la pausa de la actividades rutinarias de la ciudad, incluso de manera involuntaria.

9 de la mañana del 1 de junio de 2023 y ya se encontraba entre redes sociales, el rumor de que no habría transportes públicos, pues se estaban concentrando en el Centro Histórico.

El caos comenzó a apoderarse de los habitantes pues la gran mayoría aún no entendía que pasaba, no había combis, no había camiones y muy pocas unidades de taxi.

Morelia desierta en el área carretera, dejaba ver que se aproximaba un día fuera de lo normal, para las 9:30 de la mañana ya era oficial, el transporte público se iba en huelga ante la reforma a la ley de movilidad y seguridad vial de la cual no estaban de acuerdo.

En las calles se veían pasar, sí bien les iba, cada 15 minutos unidades, sin embargo, todas se negaban a subir pasajeros, pues al bajar al último que llevaban se retirarían a hacer plantón fuera del Congreso de Michoacán.

En las caras de los morelianos de veía la preocupación por llegar tarde a sus empleos, escuelas y compromisos, los taxistas que transitaban eran muy escasos y había quienes se disputaban por tomar el viaje e incluso lo compartían aunque fueran desconocidos.

Las plataformas de viajes como Uber, Didi o In Driver tenían precios exagerados, los que comúnmente deberían cobrarse en no más de 80 pesos, este día rebasaron los 200.

Aproximadamente a las 10 am ya se encontraban docenas de rutas de combis y camiones estacionados en la Avenida Madero bloqueando el paso y dejando a los pasajeros sin manera de llegar a sus destinos.

Bajo el fuerte sol, con cansancio y estrés, muchos morelianos caminaron kilómetros para poder acercarse al punto al que no podían faltar.

La fila de camiones y combis llegaba desde el Congreso del Estado hasta las tarascas y del lado contrario, hasta la calle Cuautla.

Como si esto no fuera suficiente para sentirse preocupado, alrededor de las 10:30 de la mañana, arribaron a la Avenida Madero comuneros indígenas que también se manifestaron y se dirigieron al Congreso del Estado.

Las comunidades indígenas, por su parte, pedían el respeto a su libre gobernación, el respeto a poder tener un autogobierno en el que el pueblo vele por sus propios intereses y reciba el presupuesto directo, sin intermediarios como presidentes municipales.

Era más de un centenar, aquellos que con capuchas provenían de Caracan, San Felipe, Janitzio, Tsizio, entre otros lugares del Estado michoacano.

Ellos marcharon unos metros y al llegar al frente del Congreso del Estado, ya se encontraban resguardando el lugar elementos de policía.

Entre consignas y euforia, subieron los ánimos cuando se dio un enfrentamiento entre los manifestantes indígenas y los uniformados, incluso se lanzaron bombas de gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes.

El gas lanzado afectó la visión de varios comuneros, así como su respiración, dejando una gran capa de humo alrededor.

Mientras esto ocurría, algo que solo pasaría en el tercer mundo y de manera surreal, frente a la catedral desfilaban coches de gama alta con música en sus bocinas y atrayendo la atención de todo el que pasaba cerca.

Al cabo de varias horas y con cierto agotamiento notorio en los rostros, los transportistas decidieron retirarse pero con la amenaza de que si no les daban una mesa de diálogo hoy, mañana continuaría el paro a nivel Estatal.

Los diputados, por su parte, decidieron trasladarse de las instalaciones a un lugar donde se pudiera llevar a cabo la seción que al final sirvió para aprobar con 25 votos a favor y 0 en contra, la nueva reforma de movilidad.

Con los residuos del gas en el suelo y flotando en el aire, mismo que hacía estornudar y llorar los ojos de varias personas, es como se concluyó un día pesado en el que se buscaba ser escuchados y solo encontraron un Congreso vacío.