Morelia, Mich. | César Cabrera/Acueducto Online.- Desde Apodaca, Nuevo León, para celebrar los 481 años de la capital michoacana, se presentó Bronco. El legendario grupo de Lupe Esparza puso el ambiente por un par de horas en el Centro Histórico de la ciudad.
Programado para las 08:30 de la noche, el concierto comenzó pasadas las nueve. El primer cuadro del centro lució abarrotado, ya que, desde la tarde, miles de familias se dieron cita y apartaron su lugar. Hubo cierres viales y para ingresar se tenía que hacer fila; sin embargo, debido a la gran convocatoria, cientos se quedaron afuera.
Jóvenes, madres, adultos y hasta niños, todos querían atestiguar la presentación de uno de los grupos más queridos y reconocidos del país. Previo al arranque, Roberto Méndez, un niño que tenía la ilusión de conocer a la agrupación, pudo cumplir su sueño de la mano de sus hermanos Mariana y Juanito, y con el acompañamiento del alcalde Alfonso Martínez.
El momento quedó grabado en las pantallas colocadas sobre el escenario. Luego salió el edil michoacano, quien dio la bienvenida a un público que empezaba a desesperarse. La rechifla era cada vez más fuerte y parte del sonido optó por musicalizar algunas canciones del grupo para calmar la molestia evidente.
Un momento de tensión tuvo lugar cuando una persona se desmayó y tuvo que recibir los primeros auxilios por personal paramédico. Cabe mencionar que al igual que elementos policiacos, hubo presencia del cuerpo de bomberos y paramédicos.
El concierto tuvo que demorar más debido al encendido de la Catedral. Para ello, se montó un espectáculo de fuegos artificiales que duró varios minutos. Y así, a los pocos segundos, Arsenio, René, José, Javier y Lupe, subieron al escenario.
Entre gritos y aplausos, fueron recibidos los provenientes del norte. Además de los miles de presentes en el centro, otros más aprovecharon los balcones de los hoteles de la Av. Madero para observar, de primera fila, este espectáculo musical.
“Libro tonto”, “Adoro”, “A punto de olvidarte”, “Qué no quede huella”, “Dos mujeres, un camino” y “Lo que nunca fue tuyo”, fueron parte del repertorio ofrecido en una noche donde el calor fue clemente.
Asimismo, tras las primeras canciones, se interpretaron las tradicionales “Mañanitas” dedicadas a la ciudad.
Con el celular en la mano, los niños en hombres y otras más arriba de las bancas, así se vivió el concierto, donde al termino decenas de personas lograron romper el cerco instalado en un costado de la Catedral, lo que motivó a reforzar la seguridad al interior como al exterior.
Esto, al final, no influyó para que las familias, las parejas, sacaran sus mejores pasos y olvidarán un momento sus problemas y preocupaciones. Eran notorias las sonrisas, la emoción y el disfrute del momento. Morelia, por un par de horas, se unió en una sola voz y sí, “se soltaron los caballos…”.
