Morelia/ Ramón Méndez
A las cuatro y media de la tarde del jueves 17 de abril aún estaba bloqueada la Avenida Madero, frente al Palacio de Gobierno, por más de veinte vehículos particulares, presuntamente de propiedad de los policías que se manifestaban en protesta por la falta de pagos y pedían solución a otras demandas.
Una distracción, tener que ir a la catedral de Morelia para enterarse el interesado a qué hora habría de efectuarse la ceremonia del lavatorio de los pies según obran las tradiciones católicas, impidió ver la retirada de los automóviles que cerraban la Avenida Madero. A las cinco de la tarde ya no estaban, y los propietarios de puestos de periódicos sólo pudieron informar que los manifestantes se habían ido unos quince minutos antes.
Esos policías en protesta habían acudido al palacio gubernamental, también en marcha, el 21 de marzo del año en curso, 2014, para hacer las reclamaciones que ahora reiteran, y el licenciado Esparza Verduzco hizo convenio con ellos para pagarles lo que se les debía el lunes siguiente, 24 de marzo.
El pacto, afirman los manifestantes, no se ha cumplido, y por eso volvieron a marchar.
Los policías de guardia en el Palacio de Gobierno dijeron, a pregunta expresa, que no sabían los condiciones en que se habían retirado los manifestantes en protesta, pero afirmaron que las negociaciones al respecto las habían hecho con Marco Vinicio Aguilera Garibay, secretario de Gobierno del estado de Michoacán, en sustitución de Jesús Reyna García, ahora en arraigo por presuntos lazos con el crimen organizado.
Sin embargo se supo, por voz de una indiscreta muchacha que forma parte del Agrupamiento Femenil, que no aceptó decir su nombre por miedo a represalias, que el acuerdo fue que los policías que estuvieron en paro más de 24 horas, reasumirían sus labores con la promesa, de parte del gobierno del estado, de que sus pagos atrasados les serían depositados el lunes próximo, y ese mismo día se instalarían mesas de negociaciones para atender sus otras demandas.
