Brasil, azotado por las lluvias torrenciales

(Foto: Twitter/ @BrunoRguezP)
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Morelia, Mich. l Acueducto Online.– Brasil vuelve a estar de luto por un gran número de víctimas debido a las catástrofes naturales. En los últimos meses, cientos de personas han perdido la vida en las inundaciones provocadas por las fuertes lluvias e inundaciones. Sólo en los últimos días se cuentan al menos 106 víctimas, pero como mínimo son diez las personas desaparecidas. Fue el noreste del país el que se vio afectado por las fuertes lluvias de finales de mayo. Sin embargo, hoy también hay buenas noticias de las autoridades locales: de los muchos desaparecidos, 14 han sido encontrados en buen estado.

Un balance dramático

El número de personas muertas a causa de desprendimientos de tierra seguidas por fuertes lluvias en el estado brasileño de Pernanbuco se eleva a 106. Así lo anunciaron las autoridades locales, mientras los bomberos, militares y otros rescatistas continúan trabajando en cuatro zonas donde se produjeron los desprendimientos, en la región metropolitana de Recife. Lo refiere la Agencia Brasil. Siempre en el balanca de las autoridades locales, más de 6.000 personas han sido desplazadas. Según las previsiones, las lluvias seguirán cayendo sobre las zonas afectadas, en cantidades moderadas, por lo que Protección Civil mantiene alta la alerta por desprendimientos en los 24 municipios afectados por el violento fenómeno natural.

El llamamiento del obispo

“Aquí en Recife desde la semana pasada estamos enfrentando una situación muy, muy difícil por la cantidad de lluvia que está cayendo. En la región metropolitana de Recife las lluvias han sido torrenciales, tenemos al menos cinco mil personas sin refugio y más de un centenar han muerto. Gente enterrada bajo el barro”. Así lo afirmó monseñor Limacêdo Antônio da Silva, obispo auxiliar de Recife.

“El trabajo de los bomberos, de la protección civil, de toda la población es enorme. Hay una gran solidaridad”, continúa. El prelado habla también del compromiso de la Iglesia local. “Evidentemente, no podemos permanecer indiferentes, estamos completamente comprometidos. Ya el sábado pasado pusimos en marcha una colecta de alimentos. Estamos recogiendo material higiénico, ropa, sábanas y colchones. Las donaciones en dinero también son importantes”. La respuesta de la población es importante: “Estamos realmente muy preocupados, pero gracias a Dios la solidaridad de la gente ha sido muy grande. Enviamos lo que recibimos a las parroquias, muchas iglesias -continúa- tienen grandes dificultades a causa de las inundaciones. “Estamos haciendo todo lo que podemos para aliviar el sufrimiento de la gente”.

“Pido a todo el mundo que rece por nosotros y a quienes puedan echarnos una mano, una ayuda. Las lluvias continúan, aunque con menor intensidad. Sin embargo, la preocupación sigue siendo alta”