Lázaro Cárdenas, Mich. | César Cabrera/Acueducto Online.- Sigiloso, sin un fuerte dispositivo de seguridad, arribó este viernes por la tarde el presidente Andrés Manuel López Obrador al puerto de Lázaro Cárdenas.
Fiel a su costumbre, el primer mandatario llegó en un vuelo comercial de la aerolínea Aeromar, la única con vuelos en esta región michoacana. Tocó suelo costeño pasadas las cinco de la tarde, siendo recibido por el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla.
Junto con otros funcionarios, como el director de Petróleos Mexicanos, Octavio Romero Oropeza, abordó una camioneta y se dirigió vía terrestre al recinto portuario. Allí, ya lo esperaba un grupo de trabajadores de Fertinal con quienes platicó unos minutos.
La planta de fertilizantes, que ha estado en el ojo del huracán desde hace varios años por presuntas irregularidades en su compra por Pemex, recibía al primer mandatario con un emplazamiento a huelga por parte de la sección 274 del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, que encabeza el senador Napoleón Gómez Urrutia.
A diferencia de otras visitas e incluso, de las giras del gobernador, la seguridad en las calles del municipio fue escasa. Pese a que se anunció su intención de visitar el puerto michoacana y la empresa paraestatal, la ciudadanía desarrolló sus actividades sin mayores contratiempos.
No hubo, siquiera, protestas de maestros, por ejemplo. Los dos grupos de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) optaron por guardar sus pancartas y empezar con sus vacaciones.
Así, sin mucho ruido, tratando de pasar de desapercibido, el presidente López Obrador visitó por primera vez Fertinal, empresa polémica que, ahora con la Cuarta Transformación, busca retomar sus operaciones y salir del bache en que se encuentra.
