Morelia, Mich. | Asaid Castro/ACG.- En el marco de la marcha para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, en la avenida Madero, una conocida sucursal bancaria ha cubierto sus fachadas con paneles de triplay, pero no solo como medida de protección, sino con un mensaje sobre la madera:
«Pon tu mano si has sido violentada».
Medios como El País, hablaba sobre esta estrategia creciente, presentada como un gesto de empatía, que se suma a una tendencia en la que empresas y particulares recurren a símbolos feministas para resguardarse durante la marcha del 8M, y esta vez, se ha hecho visible en Morelia.
El purplewashing, término que describe el uso superficial del feminismo con fines comerciales o corporativos, se ha convertido en una herramienta recurrente en la publicidad y el diseño urbano.
Más allá de los paneles de madera, algunas fachadas del Centro Histórico han sido teñidas de morado, color emblemático del movimiento, en un aparente intento por alinearse con la causa, y evitar daños.
Ejemplos históricos del purplewashing en la publicidad incluyen desde eslóganes feministas en campañas de moda hasta productos de higiene con mensajes de empoderamiento.
En el 8M, los discursos pintados sobre triplay o plasmados en fachadas no solo buscan contener daños materiales; también reflejan la apropiación de un movimiento que, para muchas corporaciones, es una oportunidad para proyectar una imagen de sensibilidad social sin transformar sus estructuras.