Vallejo, ¿va lejos?

Especial
Comparte

Morelia/Redacción

En el tema principal de la columna de Cambio de Michoacán: Comentarios Políticos, se aborda el aun inacabable caso de Rodrigo Vallejo Mora con varias aristas que requieren de su lectura para profundizar en el con las menos subjetividades posibles, he aquí íntegro el interesante texto citado:

Calidoscópico como el que más, este multiforme Quijote advierte: “en la triste historia  del poco cándido joven Rodrigo Vallejo y su atribulado padre, hay muchas aristas que considerar”. Y es que, frente a la tentación mediática del morbo y la sentencia pública antes que la judicial, es necesario mirar este polémico caso en toda su complejidad y, a la vez, simpleza.

Veamos. El asunto tiene al menos las siguientes lecturas, en orden de importancia (de menos a más):

1.    La política. Este caso remite al asunto de la relación del crimen organizado con la política y, para decirlo con mayor propiedad, de los criminales con los políticos. Hace tiempo que en Michoacán sabíamos de esa creciente y cada vez más expandida e influyente relación, presente aquí como en el resto del país. La conocíamos y la padecíamos, la sufríamos. Pero el asunto es que no teníamos manera enfrentarla ni denunciarla. No la teníamos hasta que aparecieron las autodefensas y los videos de la Tuta, entre otras linduras. Entonces tuvimos manera de enfrentarlos y exhibirlos, hasta el punto en que uno de los políticos más poderosos de la entidad, el extodo (expresidente de su partido, exlegislador local y federal, exsecretario de Gobierno, exgobernador) Jesús Reyna, fue a dar a la cárcel, por poner un sonado ejemplo. Ahora el caso y, sobre todo, el desparpajo que parece más bien cinismo, del video de Rodrigo Vallejo y sus “tecates” con la Tuta  nos lleva a siniestras preguntas o inquietudes o certezas, según se le quiera ver: ¿ello demuestra que, como se especula, existe o existió un vínculo de tal profundidad que determinó que el triunfo del PRI y de Fausto Vallejo en el 2011 estuviera determinada por su alianza con el crimen organizado?; es decir, ¿el PRI ganó la pasada elección por sus vínculos con el narco?; en ese caso, ¿qué se debe hacer para sancionar (¿castigar ejemplarmente?) esa situación como para que a nadie le parezca fácil volverlo a hacer?, y; ¿qué medidas concretas y efectivas se deben tomar para evitarlo en las elecciones del próximo año?

2.    La mediática. Hay un dato sobre el que poco se ha reparado: este caso trastoca radicalmente el papel de los medios de comunicación, sobre todo los electrónicos y en redes sociales, tienen en los procesos político electorales. El video profusamente difundido desde Quadratín ha roto la dinámica anterior donde los políticos hacían cosas y los medios los seguían o reaccionaban. Ahora la dinámica comienza a ser al revés: los medios hacen cosas y los políticos los siguen o reaccionan. Y eso ocurre cada vez más. Tema interesante sobre el que volveremos antes y durante las elecciones del próximo año.

3.    La legal. Este asunto es uno que se antoja como “para la araña”. Vamos a ver cómo se desempeña la procuración y la impartición de justicia ante un caso que involucra a un hijo de la Corte. Una cosa es meter a la cárcel a un autodefensa o a un “extodo” y otra al hijo del (ex) gobernador. Las evidencias son tan públicas y notorias que lo único que falta es la cereza del pastel que buenamente exige todo abogado y juzgador: pruebas plenas. Sólo con ellas se podrá confirmar o echar por la borda la certeza que todos tenemos de que nadie se echa una chelita e incluso pide plácidamente otra, mientras se encuentra secuestrado y en presencia de sus captores.

4.    La personal. Pero lo más importante de todo: detrás de este “caso para la araña” hay una historia personal y de vida de un buen hombre que toda su vida quiso ser gobernador de su estado y que, cuando lo logró, resultó que se enfermó de muerte, sus correligionarios lo arrinconaron y traicionaron, la federación vino a ningunearlo y un hijo suyo resultó ser la peor pesadilla de la que, sin embargo, no quiso, porque supo que no debía, despertar.

Sea como sea y como puede advertirse, aun siendo complejo el asunto es simple y va lejos, muy lejos. Al tiempo