Y, retumbó: ¡Murió por la Patria!

ACG
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Morelia/Julieta Coria

Entre marchas marciales y cánticos militares, en la ciudad de Morelia realizaron el Aniversario de la Gesta Heroica de los Niños Héroes de Chapultepec.

En explanada del Jardín a los Niños Héroes, funcionarios de los tres órdenes de Gobierno, se dieron cita, para recordar a los héroes, que en aquél 13 de Septiembre de 1847 perdieron la vida los seis cadetes en la batalla de Chapultepec.

El día es especial para la ciudad, para el estado, para el país, y como en muchas escuelas, se rendirá homenaje a los niños héroes. Todo inicia con un solemne acto, para empezar: honores a la bandera, encabeza el gobernador Silvano Aureoles Conejo y general Pedro Felipe Gurrola Ramírez, comandante de la XII región militar y mando único de seguridad en Michoacán.

Todos lucen elegantes, bien vestidos, la seriedad los caracteriza, realzan el espíritu patrio. El pequeño jardín, casi a reventar. Al centro y al frente al monumento, el presídium con una hilera de funcionarios con la vista en alto. A un costado la orquesta de viento y un lugar destinado para los invitados especiales, del otro lado la Banda de Guerra del 12° Batallón de Infantería, formados en perfecta sincronización.

Todo transcurre muy rápido, el primero en hablar Francisco Benítez Gómez, coronel de Infantería de la XXI Zona Militar, recordó que los Niños Héroes realizaron un invaluable acto de gallardía cuando la invasión norteamericana de 1847, relató-en tono de declamación- el sacrificio de los Niños Héroes, en presencia de autoridades y expectadores.

A ellos se les llama Niños Héroes de Chapultepec, porque fueron los últimos en oponer resistencia, aun cuando el general ya había ordenado rendirse, se relataba, con cierto orgullo por parte del uniformado coronel.

En seguida la lista de  honor a los protagonistas de la batalla hoy, hace 169 años, quienes pelearon en la batalla campal. La orquesta continua, las marchas militares, asombran a más de uno, los soldados como siempre, impecables en cada movimiento, se lucen. Seriedad total.

¡Cadete Agustín Melgar! gritaba el orador !Murió por la patria! respondían los soldados. Retumba el eco en la plaza ¡Cadete Fernando Montes de Oca! Murió por la Patria! ¡Cadete Francisco Márquez!…y así uno a uno…

El silencio era perfecto, hasta que un estrepitoso disparo por parte de los soldados, rompió el silencio que se mantenía en el lugar, impresiona su ejecución, el disparo hizo eco. El nombre de los héroes también. Enseguida, se canta otro el himno del heroico colegio militar, la orquesta deleita con el himno al colegio militar, solo los soldados y los uniformados cantan, los demás escuchamos inmersos, mientras la pantalla muestra imágenes de la batalla campal.

Sin discursos, ni protagonismos, concluye, de manera casi instantánea, todos desaparecen, al final solo los adornos florales debajo del monumento a los niños héroes quedaba, es la hora de trabajar, todos llevan prisa, como el recuerdo de los «ni tan niños» «ni tan héroes» quedó.