Morelia/José Manuel Alvarado
Como es característica la puntualidad de los integrantes de las fuerzas pública federal, desde antes de la hora programada ya se encontraban acomodados en sus lugares, bien ordenados, los 300 elementos de gendarmería de la Policía Federal, que arribaron a la capital michoacana para reforzar la seguridad de los morelianos.
Unos con sus trajes con camisa blanca y pantalón azul marino, zapatos de charol, otros todos de azul y un tercer grupo con uniformes de camuflaje y más armados.
Un ambiente muy tranquilo, tan tranquilo que se podía escuchar el viento de este Día de Muertos, que provocó que poca gente y vehículos se mostraran en las calles aledañas a la Plaza de Armas, el corazón de Morelia.
Hicieron presencia las autoridades de las tres órdenes de gobierno. Dio inicio el evento protocolario. Fue sorpresivo e imponente escuchar, después de los honores al lábaro patrio, con claridad el Himno de la Policía Federal, que a su letra dice, “Para servir y proteger nacimos, para entregarlo todo a nuestras causas, con la comunidad comprometidos de sostener con hechos la confianza”… Palabras que a varios les pusieron la piel chinita.
¿Cuáles son nuestros valores? Gritó y preguntó el comandante; los 300 elementos contestaron con fuerza: lealtad, disciplina, dignidad, honor, moral, autoridad.
Cuando la sociedad tiene cada vez menos confianza en las fuerzas armadas o policías de este país, la actitud que presentaron los nuevos gendarmes que se instalarán en Morelia fue de fuerza y carácter, dejaron una buena cara para los ahí presentes. Hasta tenían un gafete en donde estaban plasmados los derechos de los ciudadanos de cómo deben ser tratados por un oficial.
Sin embargo, los augurios del Comisionado Nacional de la Policía Federal, Enrique Francisco Galindo Ceballos no se escucharon convincentes. Los gendarmes, tendrán proximidad con la ciudadanía como primer objetivo, estarán en las calles, plazas públicas, afuera de las escuelas, vigilando que no se cometa ningún ilícito en la capital michoacana.
Ante esto, después de ver al representante del presidente municipal de Morelia, al Secretario General del Ayuntamiento, si dejó un mal mensaje la ausencia de ´Poncho´, que de plano él si se tomó todo el puente.
El apoyo federal que no pudo tener ni en sueños la administración de Fausto y Reyna, y menos la de Jara, ahora este nuevo gobierno refleja buena relación que a todas luces se ven, pero que al parecer Alfonso Martínez no la quiso ver.
Como un hecho histórico, ahora no debemos tenerles miedo, debemos de sentirnos seguros porque habrá más vigilancia en la ciudad. Porque con estos 300 elementos ya suman 600 en el estado y se espera llegar a dos mil efectivos. ¡Vaya que suena atractivo!
El gobernador pudo dormir tranquilo en Apatzingán en las pasadas fiestas del municipio. Vio ríos de gente que apreciaron el desfile.
Ahora en tiempos de Muertos, le pasaron la cifra de una excelente ocupación hotelera en Pátzcuaro y Morelia. Presumió que en poco tiempo, se están viendo los resultados, con todo y su garganta ´rasposa´ que lo han caracterizado en sus discursos.
Por ahora, esta será la medida que tienen planeado el gobierno federal y estatal en su estrategia, mientras se consolida la Policía Estatal de Michoacán que pretende el gobernador Silvano Aureoles.
Así que como pavo reales, esperando contar en poco tiempo con la mejor policía del país, se tomaron la foto ante los medios de comunicación, a los que el mismo Silvano acomodó, “señores, hagan caso, háganse un poco más para atrás” y sonriente, dicharachero, volvió a preguntar, “¿cuál es la buena?”.