Morelia, Mich. | Redacción.- Miles de Mariposas Monarca vuelan en los bosques michoacanos. En el santuario de Senguio, desde La Casa del Mirador Japonés, un risco a la mitad del cerro, se puede observar a miles de ellas llegar a tiempo a su cita con los árboles de oyamel, ubicados al norte del estado de Michoacán.
Las Mariposas Monarca realizan su travesía desde Canadá y Estados Unidos para llegar al territorio purépecha, viajan alrededor de 5 mil kilómetros; sólo en México se agrupan y su estadía se prolonga hasta el mes de marzo, lo que genera un milagro de la naturaleza en nuestra tierra michoacana.
Por ello, y en busca de que se sientan bien recibidas, el cuidado de la Reserva de la Biósfera es fundamental. “Estamos cuidando el bosque”, dijo el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, al destacar que esta temporada se triplicaron las brigadas contra incendios forestales con el apoyo de los helicópteros del Gobierno del Estado, lo que redujo un 40 por ciento la superficie dañada desde 2021 a la fecha.
Además, explicó que ha crecido el presupuesto para la Comisión Forestal se Michoacán (Cofom) para que produzca planta, de esta forma, el próximo año se contará con 10 millones de ejemplares para reforestar los bosques que habitan las Mariposas Monarca.
A estas acciones es vital que se sume el cuidado de las más de 500 mil personas que se espera visiten los santuarios para apreciar este espectáculo natural.
Por ello, el guardabosque José Alberto recomendó mantener silencio en respeto de su hábitat natural al acercarse a ellas, evitar tirar basura o cualquier otro contaminante, caminar con cuidado para evitar adentrarse a la zona donde pudieran estar las mariposas, aun en el piso.
“Muchas de ellas llegan cansadas de su largo viaje y por ello deben descansar, muchas veces al pie de los árboles hasta el día siguiente para poder llegar con el resto de las mariposas, si no caminamos con cuidado podemos pisarlas”, advirtió.
Esta área natural protegida, catalogada por la Unesco como Reserva de la Biósfera el 10 de noviembre de 2000, tiene una extensión superior a las 56 mil hectáreas con bosques de oyamel, pino, encino y cedro, además cuenta con una singular relevancia faunística con un registro de 184 especies de vertebrados, de los cuales, cuatro son anfibios, seis reptiles, 118 aves y 56 mamíferos.