Morelia/Julieta Coria
Justo a la entrada del Jardín de Niños Niños «Héroes de Chapultepec» de Morelia, un ligero olor a pintura se percibía por el lugar, alrededor las paredes lucían relucientes, con un tono de pintura amarilla y café, y si se observaba detenidamente incluso el suelo estaba limpio, limpio, como recién lavadito.
En la pequeña escuela, niños con uniformes en azul y verde son especialmente atendidos para que se ‘porten bien’ pues recibirán una visita especial. Ellos quizá no lo saben y se le observa corriendo por todo el lugar gritando y sonriendo, detrás de ellos las preocupadas maestras intentando controlarlos en sus pequeñas sillas, que llenan el patio principal.
Como todos los niños de entre 4 y 5 años, a quienes su única preocupación es divertirse, jugar y correr, ellos lo hacen, esa es la imagen que el gobernador, el visitante especial, le tocará observar.
Escasos son los salones en el jardín de niños, en todo el espacio, hay arboles y plantas que hacen más llamativo el lugar, junto a los juegos, que hasta que hoy lucen impecables, las jardineras recién podadas, anuncian algo nuevo en el lugar.
Con la llegada del gobernador, un niña con su uniforme rojo a cuadros, lo toma de la mano-a petición de su maestra- caminan juntos al presidíum improvisado. A su paso, los gritos, las risas no pueden faltar, los pequeñines quieren saludar al señor elegante de traje oscuro que hoy los visita, y él se toma su tiempo y saluda a la mayoría.
Ha iniciado el evento, los breves y rápidos discursos, uno a uno comienzan, hablan de la importancia de tener buenas instalaciones para estudiar, los anfitriones agradecen al gobierno, por la inversión hecho al Jardín de niños, y como no, si esta mañana se inaugura el viejo plantel que desde hace 60 años , no recibía mejoras ni nada por el estilo.
«Con una inversión de un millón 297 mil 550 pesos en beneficio de más de 200 alumnas y alumnos» eran las palabras fuertes de esta mañana.
El juego estaba en su plenitud, al igual que el discurso del gobernador, quien recordaba que se trabajara «sin bajar la guardia y sin descanso», para resolver la mayoría de las necesidades de los planteles de educación básica en el estado.
Los niños encantados, pero no por lo que escuchaban, si no por que los juegos se ponían cada vez mejor.
No había ninguno de los pequeños que estuviera atentos, ya se paraban de las sillas, corrían, gritaban, brincaban de sus lugares, era como un recreo, las maestras en su intento por controlarlos decidieron dejarlos jugar, total, el pequeño evento terminó de manera rápida.
Inmediatamente después el recorrido, la inauguración de los salones, (aunque son los mismos) pero si se nota la ‘manita de gato’ a todo el jardín, desde la pintura, hasta las ‘sillitas’ y efectivamente tanta limpieza tenia un fin; mostrar los avances dentro del programa «Escuelas al Cien» en Michoacán, que hoy se vio reflejado, ante un grupo de niños que disfrutaban sus juegos, más que la visita del invitado especial.