Morelia, Mich. | Primera Plana MX.- Estar en contra del aborto ha desatado contra Yarabí Ávila, titular de la Secretaría de Educación en el Estado (SEE), una embestida pública del movimiento feminista de Michoacán que amenaza con prolongarse.
Y es que, para quienes encabezan la causa pro aborto, con su postura la funcionaria promueve un discurso de odio y de estigmatización contra quienes piensan distinto a ella.
“Al momento de ella estar a favor de la vida, que esa es su bandera, aunque la realidad es que con ello está en contra de los derechos de las mujeres, ella está ratificando este discurso de odio; está a favor de un discurso que nos discrimina, que nos estigmatiza como delincuentes y eso es gravísimo viniendo de una servidora pública”, argumentó la activista y analista en temas del feminismo, Maricela Montero.
Montero respondió en el programa Los Demonios Sueltos, de Primera Plana Mx, a varias preguntas sobre el movimiento feminista que ha escalado a nivel nacional en los últimos dos años, y de la campaña que han iniciado para exigir la destitución de la titular de la SEE en la entidad.
La verdad es que me encanta la palabra radical, y sí, lo aceptamos como un posicionamiento radical, pero es porque la única manera de cambiar la política y de proponer nuevas formas, tiene que ser con posturas radicales.
Lo de Yarabí no es personal, porque desde el momento que ella adquiere un cargo de tal envergadura, adquiere una responsabilidad social y todas sus acciones pueden ser copiadas por la sociedad. La misma Corte determinó hace unos días que es anticonstitucional penalizar el aborto.
¿Pero ella no tiene derecho a pensar distinto?
No queremos que piensen como nosotras; tienen derecho a pensar como ellas quieran. Lo que no puede es, como funcionaria, manifestarse en contra de los derechos de las personas.
¿No tiene derecho a la libertad de expresión?
La libertad de expresión es un derecho fundamental, pero es un derecho con restricciones, es un derecho que está limitado. La restricción es cuando cae en un discurso de odio, cuando está estigmatizando a las mujeres.
Pero tiene derecho a expresarse, a disentir incluso…
Tiene derecho a expresarse y disentir, pero no cuando es para omitir derechos humanos, ahí si no. Ella en su casa puede hacer lo que quiera, pero en el plano de funcionaria no puede fijar una postura pública antiderechos.
¿Si no logran la destitución, que seguirá?
Tendrá que haber una vigilancia permanente de sus funciones.
El que ya las autoridades no restauren los edificios públicos cada vez que hay pintas del movimiento feminista, ¿lo ven como una señal de empatía o de indiferencia?
Con el gobernador saliente, con el gobernador Silvano, él lo trataba de hacer como una señal de empatía, de “tienen derecho a manifestarse, tienen derecho a estar enojadas”, pero no debe quedar sólo en empatía; ocupamos políticas públicas de prevención y no nada más de reacción.