Tragedia de unos…

Imagen: Héctor Tapia
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Morelia/Héctor Tapia

Hace poco más de un año el gobierno de la República emprendió toda una estrategia de seguridad en el puerto de Lázaro Cárdenas, la cual consistió o contempló la intervención directa en el manejo y operación del recinto portuario, quedando desde entonces en manos de un integrante de la Secretaría de Marina la operación y dirección de la Administración Portuaria Integral del recinto portuario michoacano.

Si bien la designación del Vicealmirante Jorge Luis Cruz Vallado, desde hace un año, como director de la entidad portuaria, ayudó a que el puerto se volviera más seguro, esto también se ha visto reflejado en las políticas comerciales del puerto y ha repercutido, a su vez, en que el puerto vaya dejando de tener presencia en el panorama del comercio global, trayendo repercusiones a las intenciones de inversión en el puerto de Lázaro Cárdenas.

Al respecto, Benjamín Rodríguez Mendoza, quien preside el Consejo Coordinador Empresarial de Lázaro Cárdenas, dijo que si bien hasta el momento ha servido la estrategia de brindar seguridad y certeza al interior del puerto, ahora es tiempo de la reactivación económica del recinto.

“No se trata de desdeñar el trabajo del Vicealmirante”, dice en entrevista telefónica; la función que ha desempeñado el actual director de la APILAC ha sido importante para que retorne la certeza en las actividades comerciales del puerto; sin embargo, apunta, Cruz Vallado tiene formación castrense, es militar, y el puerto michoacano requiere un perfil que “sepa vender” y cerrar los tratos, que haya atracción de inversión.

Aquí, el dirigente empresarial hace un comparativo y señala que el predecesor Rubén Medina era dinámico y a los lugares que iba a presentar a Lázaro Cárdenas llevaba la visión de vender y posicionar al puerto y sus proyectos que estaban en desarrollo.

Ahora, ya que se regresó la seguridad al puerto y al estado, con la intervención federal, precisa, “estamos en una nueva etapa”, ahora “tenemos que vender el uso del puerto”, señala. “Hace falta un perfil que concrete las ventas”

Dice que por un lado el movimiento de autos y de algunas mercancías contenerizadas están tomando la opción de irse por Manzanillo, Colima, el más cercano competidor del puerto michoacano.

El Vicealmirante “no es mala persona”, dice el líder empresarial, simplemente que “el puerto ya requiere retomar su dinamismo”.

“Puso orden, se encargó que se transparentara la operación en el puerto, ya es hora de pasar a otra etapa”, remarca.

Dice que, por las mañanas, cuando pasa y ve a lo lejos las grúas de las terminales del puerto están inmóviles, no hay movimiento de contenedores, ya no es la misma demanda.

Considera que el cambio en la directriz es importante para que el puerto de Lázaro Cárdenas retome el camino de ser y consolidarse como todos los funcionarios lo señalan: el puerto más importante de América Latina. Actualmente la realidad refleja otra cosa, reconoce.

 La tragedia de unos…

 Señala que hay factores ajenos al mismo puerto que han influido en la baja del flujo de las mercancías; lo que mermó indudablemente en la cantidad de carga que se movilizaba por el puerto, fue el cerrar el paso a la exportación ilegal de minerales que hacía el crimen organizado; pero también, dice, cuestiones de seguridad en el resto del estado, y la percepción de inseguridad que ha generado en quienes transportan sus mercancías, también ha influido negativamente el flujo comercial a través del puerto michoacano.

“La tragedia de unos es la alegría de otros”, dice Rodríguez Mendoza, en alusión a que desde que Lázaro Cárdenas ha decaído en el movimiento comercial, Manzanillo, Colima, ha comenzado a recibir más flujo de carga de clientes que usaban al puerto michoacano como puerta de comercio con otros países, con lo que esto conlleva a su vez en el impacto de la economía local.