Suspenden mítines y se van

Especial
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Morelia/ Ramón Méndez

A partir del 10 de abril pasado, fue cotidiana la realización de un mitin en la Plaza Melchor Ocampo, frente a Palacio de Gobierno. Los manifestantes se expresaban a gritos auxiliados por potentes altavoces, que retumbaban por toda la plaza, el atrio de la Catedral y buena parte de la Avenida Madero.

Pero ayer ya no estaban; en la Melchor Ocampo se oían los rudos normales de los ciudadanos en sus actividades, y esto daba la impresión de que la plaza se encontraba en silencio.

Los mítines cotidianos se referencia se hicieron durante 13 días, aproximadamente de las diez de la mañana hasta las cinco de la tarde, hasta el 22 de abril; el 23, Día Internacional del Libro, los universitarios y normalistas, presuntamente agrupados en el Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS), ese día ya no hicieron mitin.

Desencadenó la protesta un hecho violento ocurrido el 9 de abril en la salida a Salamanca, donde los estudiantes de marras se manifestaban “haciendo uso de nuestros derechos humanos y constitucionales sin ninguna condición que los limite”, en la Avenida Morelos Norte.

Ahí fueron objeto de una “provocación”, califican en un volante, fuimos agredidos primero verbal y físicamente con un bastón de seguridad por un esquirol, para después arremeter contra nosotros a bordo de una camioneta sin placas y con vidrios polarizados”, hecho por el que resultaron lesionados doce jóvenes, entre ellos Rosa Hernández Reyes, la más grave, que en los días de los mítines y hasta este 24 de abril está en estado de coma en el Hospital de la Mujer.

El mitin era de pocas personas, casi nada más los que informaban a voz en cuello la causa de su protesta y exigían castigo ejemplar al agresor, que fue ubicado y hecho prisionero el mismo día de los hechos, y está ya consignado, pues se le encontraron motivos suficientes de su responsabilidad. Se trata de Martín Gerardo González Montaño.

Los oradores en turno se referían a su compañera como Rosita, y exaltaban sus muchas cualidades, como estudiante, maestra, amiga y compañera de combate. Uno de sus temas favoritos era atacar en sus discursos a la presa que no es objetiva y tergiversa los hechos, pues según denunciaban a Hernández Reyes se le levantaron calumnias para justificar la agresión de que fue víctima, pues andaba de “revoltosa”.

Si bien ayer ya no se realizó el mitin a su favor en la Plaza Melchor Ocampo, apareció en las redes sociales un hashtag: #TodosSomosRosy, vía twiter, en apoyo a Rosa Hernández Reyes, medio por el cual pretenden continuar su protesta.