Morelia/Redacción
Este jueves concluye el mandato de Juan Antonio de la Mora como presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado (STJE), cuya labor ha sido calificada en diversos círculos como positiva.
A él, le correspondió principalmente echar andar el 86 por ciento del nuevo sistema de justicia penal, y en ello realizar esfuerzos de carácter financiero para dotar de más de 20 salas penales para el desahogo de juicios orales.
Ahora el asunto de fondo es quien podrá sucederlo para continuar con esa labor de fortalecimiento del poder judicial, particularmente en lo que a autonomía financiera se trata, ya que este año estuvieron en riesgo de que se les disminuyera el presupuesto.
Como siempre hay varios apuntados y podríamos decir que hasta soñadores como es el caso del magistrado Víctor Barragán, quien, a pesar de haber sido electo mediante el nuevo sistema de designaciones, todo indica que es del viejo cuño, aunque espera que sus amigos del PRD lo designen desde las esferas del poder ejecutivo.
Un poco similar ocurre con Plácido Torres, quien a pesar de ser priista y funcionario de bajo perfil del ex gobernador Fausto Vallejo, aspira a que los grupos de poder le refuercen su aspiración de ser presidente y terminar con su larga carrera judicial en la posición más deseable.
Por igual se sitúan nombres como los de Cristina Torres, la cual aspira desde hace tiempo a ser magistrada presidente, pero no ha logrado hacer sinergia con sus compañeros del principal órgano del poder judicial.
Así, lo más probable es que se elija a un miembro de cepa del poder judicial que haya recorrido todas las posiciones y al que se le identifique como miembro de la casa.
Y, por lo anterior, podríamos aventurar que eso saldrá de entre Alejandro Bibriesca, Ángeles Rusiles o Marco Antonio Flores, quedando en el mejor un indiscutible perfil: María de los Ángeles Llanderal.
