Sobrevivir al amor que mata | Boris González Ceja

(imagen: especial)
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Somos nuestra memoria | Análisis

El amor es una pasión y una contradicción eterna: por un lado, resulta en uno de los sentimientos más poderosos y que generan bienestar tanto personal como social, pero por otro, puede ser mortal cuando entra en desazón: ¿Cómo puede llegar a ser mortal algo que deviene de lo amoroso? en psicología vemos al amor como una novela neurótica todos los días que vale la pena entender.
El amor no siempre se refiere a lo sexual, pero la sexualidad casi siempre está relacionada con temas de amor, y que podemos ver en los lazos amorosos, matrimoniales y familiares donde miles de personas avanzan de manera vital, y otras quedan destrozadas y no avanzan.
Hay tantas formas de amor como personas en el mundo; sin embargo, muchas veces las relaciones de pareja pueden convertirse en un lastre: de acuerdo con el INEGI, prácticamente el 40 por ciento de las mujeres han padecido violencia de pareja a lo largo de su relación, este dato habla del fracaso en la psicoeducación gubernamental de los hombres en temas de masculinidades.
La desilusión del amor llega desde casa muchas veces, considerando que el promedio de satisfacción en la vida de los mexicanos se da primeramente en su vida familiar (calificando en 9 de 10), en su libertad (8.8 de 10) y vivienda (8.5 de 10), lo que contrasta con las violencias contra las mujeres que se ejercen en sus casas por sus parejas.
El descuido de la vida sexual de las personas viene marcada por la ignorancia con que se aborda en las calles, en las familias y en las escuelas el tema de la Educación Integral en Sexualidad (EIS); donde no se busca proveer a niñas, niños, adolescentes y jóvenes con los conocimientos, aptitudes, actitudes y valores que necesitan para determinar y gozar de su sexualidad, en la esfera individual y en sus relaciones personales, sino que se busca acallar, silenciar y menospreciar el valor humano de la sexualidad como política de vida, como un derecho humano.
Por otro lado vale la pena entender que la insatisfacción sexual de algunas personas marca el destino de sus relaciones de pareja.
Las formas en las que el desamor se expresa en las personas son, como Lacan nos lo enseñó, con ejemplos que muchas personas viven todos los días y pocas entienden, aun teniéndolas en sus narices por su historia de formación: anomalías de la situación familiar en la infancia de los sujetos (orfandad, ilegitimidad, educación exclusiva por parte de uno de los progenitores, con o sin aislamiento social correlativo, apego exclusivo a uno de los progenitores, odios familiares), fracasos matrimoniales, huida frente al matrimonio –tan de moda- y, cuando éste se ha realizado, faltas de entendimiento y fracasos conyugales, desconocimiento de las funciones parentales.
Algo que tenemos que aprender es lo importante en las relaciones amorosas, pues permiten vivir la felicidad que traen consigo, que tiene que ver también con establecer acuerdos, límites, y mucha, mucha comunicación, a fin de que estas relaciones edifiquen, y no se conviertan en un problema o trauma psicológico.
Comparto algunos aspectos fundamentales para lograr relaciones amorosas y de pareja exitosas:
Comunicación. Este aspecto es fundamental en las relaciones, entre más comunicación y transparencia exista, mayor comprensión y solución de problemas.
La confianza y el respeto. Es fundamental que las relaciones amorosas se basen en estos dos valores, que deben ser el eje de toda relación.
Intimidad. No únicamente me refiero a las relaciones sexuales, sino al compartir la vida de manera transparente, es importante que las personas se muestren tal y como son.
Proyecto de vida. Es importante que las parejas cuenten con un único proyecto de vida que puedan compartir y realizar; si el proyecto de vida no es compatible o no existe, la relación de pareja puede ser poco duradera.
Sanar heridas. Es importante que de manera individual, cada persona lleve a cabo un proceso de sanación de heridas del pasado, a fin de llegar a ser una persona plena, con posibilidad de compartir su riqueza con el otro.

Causas y azares…
El Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías CONAHCYT actual no es del pueblo, es otra vez una entidad para iluminados, no para personas que hacemos ciencia y producimos conocimiento: vasta con ver sus resultados y beneficiarios, otra vez los mismos de siempre con resultados mediocres.
Los esfuerzos aislados que cacarean los gobiernos actuales sin la participación de las organizaciones de la sociedad civil hacen que la bolsa de contratación en la que se han convertido múltiples oficinas gubernamentales sea irrisoria.
Las demandas por daños a la salud mental contra redes como Facebook y Tiktok es una realidad que requiere nuestra participación activa.
Hasta la próxima, que el loco no es el hombre que ha perdido la razón; el loco es el que lo ha perdido todo, excepto su razón.
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