Sin los brazos cruzados

Imagen: Héctor Tapia
Comparte

Morelia/Héctor Tapia

Tras indicar que el proceso por medio del cual se dictaminó a quienes se registraron para la precandidatura del PRI a la alcaldía de Morelia fue un proceso “burdo”, y que dejó ver “una falta total de ética en la forma de conducir las cosas”, Carlos Río Valencia, uno de los aspirantes rechazados señaló si no es en su propio partido podría tomar otra “expresión política”, si finalmente esto beneficia a quienes han respaldado su proyecto.  

En conferencia de prensa señaló que se decidió participar en el proceso siguiendo los términos de la convocatoria que se emitió.

Ironizó que “de los cuatro inscritos resulta que 3 no cumplimos, y un solo aspirante él si cumple. Creo que hubo equivocación, porque es el único que no cumple”.

Precisó que el tema de una capacitación y luego la aplicación de un examen, uno de los requisitos establecidos en la convocatoria, “nadie le vio a Jaime Darío por ningún lado; nadie puede constatar que haya cumplido a cabalidad el tema”. Este es uno de las principales observaciones hechas y que aun así al ex secretario de gobierno si le aprobaron el registro.

Para Carlos Río la aprobación única del registro de Darío Oseguera “fue una llana y simple designación”.

“No me puedo quedar con los brazos cruzados, es un tema que reviste mucha importancia para Morelia porque todos estos proyectos, por lo menos el que represento, trae una cantidad importante de trabajo, de ciudadanos que están involucrados en esto y no podemos borrarlo de un plumazo”, agregó.

Dijo estar inconforme con el procedimiento que se lleva a cabo esa designación. “Estamos inmersos en el tema de ver jurídicamente cuál es la posibilidad real de que esto recomponga esa forma en que se hicieron las cosas”.

Indicó que lo que se vio en este proceso fue una flagrante violación, a la propia convocatoria, a los estatutos del partido. “Por eso estamos como estamos aquí. Debe haber consecuencias porque las cosas se hicieron mal”, remarcó.

Río Valencia fue enfático en el sentido de que no ha renunciado al PRI, “pero quiero dejar a salvo mis derechos político partidistas”. Por lo que dijo que “debemos ver la forma de que se pueda lograr una recomposición, y de tal forma que si no se logramos en su momento tomar las decisiones pertinentes que pudieran ser”.

Con este tipo de procesos, dijo, se están llevando entre los pies a un instituto político. “Lamentablemente los intereses de quienes están manejando esta circunstancia permiten que no logremos acuerdos de unidad, que no logremos ir juntos a las urnas”.