Sin demasiado tiempo

Imagen: Héctor Tapia
Comparte

(Primera Parte)

 Tlalpujahua, Mich. / Héctor Tapia

 El tiempo está prácticamente encima para que entre en vigor en todo el país el Nuevo Sistema de Justicia Penal, el cual integra nuevos esquemas para la resolución de procesos penales, donde se privilegian varios aspectos como la presunción de inocencia,  o la búsqueda de que los procesos por delitos menores o de menor impacto se solucionen antes de llegar a un juez a través de la conciliación o mediación. La implementación es inevitable, y comenzará a partir del 2016.

Y si bien, para esto se tienen que preparar, capacitar, concientizar, en distintos niveles y a distintos actores de la procuración de justicia, también es fundamental que la misma sociedad esté consciente de las implicaciones de éste nuevo sistema, los alcances.

Se trata de la construcción de una nueva cultura, señala en entrevista la Secretaria Ejecutiva del Consejo para la Implementación del Nuevo Sistema de Justicia Penal en Michoacán, María de los Ángeles Llanderal Zaragoza. Este es uno de los actuales retos, remarca.

Desde Tlalpujahua, Michoacán, en la plaza principal de éste poblado, esperando a que comience una función de cine al aire libre, dirigida los niños de esa comunidad, y también a sus padres, señala que a unos meses de que inicie la implementación en el estado del Nuevo Sistema, en marzo del 2015, se ha estado intensificando el trabajo.

Atenta desde el principio, explica de manera detallada que actualmente no sólo se está atendiendo a quienes operarán el Nuevo Sistema, sino que al ser la sociedad en su conjunto la que habrá enfrentarse a los nuevos procedimientos penales, a la hora de que se requiera, la misma sociedad debe saber de qué trata el mismo. De aquí que sea relevante llegar a la población en general, explicarles, sensibilizarles sobre los nuevos aspectos que traerá consigo la nueva forma de procuración de justicia, que contempla los juicios orales.

Previo a la entrevista, sentada en una de las sillas que se preparó para la función, se rodeó de niños, con quienes platicó brevemente, antes de que los niños fueran llamados a jugar Serpientes y Escaleras, que se readaptó con los conceptos del Nuevo Sistema para irles sensibilizando sobre conceptos como la conciliación, la mediación, en la resolución de conflictos.

Desde lo básico explica que todos podemos vernos involucrados en un asunto ya sea como víctima o como acusado, “por lo tanto todos debemos conocer cuáles son nuestros derechos, pero además como va a funcionar el sistema”.

Dice que se ha visto en otros estados donde ya se ha aplicado el Nuevo Sistema que la gente cuando no lo comprende piensa que el sistema no está funcionando, “particularmente porque, como sabemos, en el Nuevo Sistema acusatorio hay cuestiones muy distintas a las que hay en el sistema tradicional; por ejemplo, la justicia alternativa, la gran mayoría de los problemas se pueden resolver a través de la mediación y conciliación”, explica.

Agrega que también el principio de presunción de inocencia se potencializa. Con esto “muchas veces lo que la gente piensa de que un inculpado no está en la cárcel es que el Sistema no está funcionando, y por el contrario, si podemos resolver la mayoría de los asuntos a través de la reparación del daño y un acuerdo conciliatorio el sistema está funcionando”.

Este es el principal reto, respecto a la sensibilización, que la sociedad entienda que con la presunción de inocencia, algunos inculpados podrán librar sus procesos en libertad, si es que cometieron delitos de menor impacto por primera ocasión, y que al suceder no significa que el sistema no funcione.

Explica que “la conciliación y la mediación permiten primero que se resuelva el problema lo más pronto posible para la víctima y se repare el daño de manera casi inmediata; y en segundo lugar que al inculpado se le conceda una nueva oportunidad de no estar en prisión, de poder atender a su familia”, cuando se traten de delitos menores.

Esto ayudará a que los centros de reinserción social se despresuricen, es decir no se saturen de inculpados a los cuales aún no se les dicta sentencia, y que en muchos casos son inocentes. Entonces, con este nuevo sistema los centros cumplirán su función de tener a quienes ya se les haya dictado sentencia.

La conciliación y mediación en estos delitos menores permitirá a su vez, indica, que los ministerios púbicos se dediquen a los asuntos más relevantes en la investigación de casos de mayor gravedad.

Reconoce que habrá asuntos que podrían considerarse como menores en los que los involucrados no lleguen a acuerdo y se tendrá, necesariamente, que llegar ante el juez para solucionar el conflicto a través del juicio o librar todo el proceso.

Dice que de entre el 80 y 90 por ciento de los asuntos que normalmente van a cárcel “no van a llegar a juicio”; aquí es donde remarca que “es importante que la gente entienda por qué, que sepa que eso va a suceder”, porque así lo contempla el nuevo sistema, y que si se estarán llevando procesos sin encarcelar a los inculpados, que sea por delitos menores, no es que no esté funcionando, “por el contrario, está funcionando y está permitiendo que la sociedad se desarrolle en otra cultura de una manera que consideramos mucho mejor”.

Profundizó en el punto de que nadie es culpable mientras no haya una sentencia que así lo determine, en este sentido dijo que “la gente no tiene que ir a la cárcel mientras tienen su proceso”, mientras se tata de delitos de menor impacto; cuando se trata de delitos graves, donde se corren riesgos para la víctima, un riesgo de fuga del imputado, ahí si no hay de otra, el juez tendrá que imponer la cárcel preventiva.

Indica que si el imputado “es una persona que tiene arraigo en la sociedad, que tiene a su familia, que tiene su trabajo, que es la primera vez que comete un delito de carácter menor, entonces el juez debe preferir siempre dar una oportunidad de cursar su proceso penal fuera de la cárcel”.

Las cárceles tienen un 60 por ciento de gente a los que no se les ha dictado sentencia, remarca. “Lo que pretendemos es que eso no suceda, es muy importante que la sociedad lo comprenda”.

En este sentido dijo que se ha tratado de intensificar las acciones hacia la sociedad, a los niños, a través de las escuelas, de fomentar la cultura de la conciliación y mediación, “que los niños entiendan junto a sus padres, que hay que resolver los asuntos de manera amistosa. Se trata pues, remarca, de crear una nueva cultura.