Silvano, “El Mago…”

Imagen: Héctor Tapia
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Morelia/Héctor Tapia

Los niños, unos inquietos, corriendo, brincando, pateando botellas de plástico, otros sentados, observando, esperaban sus regalos adelantados del Día de Reyes, tal como se les había prometido. Corrían de un lado para otro, entre los músicos de la banda de viento que había también amenizado la espera.

La palabra “Sí… Sí…”, pegada en camionetas, en logotipos de playeras, de gorras, en color amarillo, eran una forma de reiterarlo con el nombre del diputado federal, Silvano Aureoles Conejo, quien acudiría al Obelisco al General Lázaro Cárdenas para entregar juguetes a los niños.

“Ya está por llegar el próximo gobernador”, gritaba con una vocecilla chillona que pretendía ser juguetona de un payaso que la hacía de animador para que los asistentes no se aburrieran en la espera.

“¿quieren que sea gobernador?”, gritaba el payaso a los asistentes, en su mayoría niños (porque algunas madres de familia iban hasta con dos o tres), muchos en brazos, algunos apenas en edad escolar básica. Los niños coreaban un gritoneado “¡sí…!”.

“¡Ya está por llegar el diputado Silvano Aureoles!”, seguía gritando. Insistió: “¡Silvano, Silvano, Silvano…!”, los niños, siguiendo el corito, repetían lo que gritaba el animador desde la tarima que se encontraba bajo una carpa de tela negra, que cubría de los intensos rayos del sol de mediodía.

“¡Ya viene el Rey Mago Silvano!, ¡presidente de la Cámara de Diputados…!”, seguía coreando, mientras algunos niños volteaban de un lado a otro, veían a sus madres, o simplemente seguían jugando, después de estar escuchando el mismo coro.

Llegó el diputado federal a la plaza, en su impecable y lujosa camioneta blanca, bajó del lado del copiloto, ya le esperaba el Secretario General del PRD en Michoacán, Pascual Sigala; también acompañaron al presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, la ex dirigente del sol azteca en la entidad, Fabiola Alanis, así como también Antonio Soto.

Al bajar comenzó el ritual de besos y abrazos a los asistentes que se encontró en el camino, hasta llegar al pódium, desde donde dirigiría unas palabras. Para Antonio Soto, Silvano Aureoles, ante los niños y las madres de familia, fue “el Rey Mayor”.

Al tomar la palabra, el diputado federal, y aspirante a la candidatura de su partido al gobierno del estado, dijo que las cosas en Michoacán no estaban bien, que había que replantear todo; también dijo que este año sería bueno para “cosas importantes”.