Ricardo Monreal, primer strike | Elizabeth Juárez Cordero

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Después del encuentro entre militantes de Morena, ocurrido el domingo pasado en la ciudad de Toluca, a prácticamente nadie le queda duda que ya han sido definidos los elegidos, que habrán de disputarse la candidatura presidencial morenista rumbo a 2024; Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López.

Del mismo modo que ha quedado claro que Ricardo Monreal, jefe de la bancada del partido en el Senado y abierto suspirante, no cuenta con el beneplácito presidencial y por ende no está conminado a formar parte del proceso de definición interna de su partido.

El no estar invitado al arranque de la carrera, no implica exclusión de facto, primero del proceso interno y después en la contienda externa de 2024, pues como bien es conocido por propios y ajenos a Morena, es un político al que se le identifica por su vasta experiencia en la operación política.

Sobra ver, la manera en la que ha capitalizado el haber sido excluido del evento del domingo, de cuyos discursos además de los elogios al presidente López Obrador, destacó el llamado a la unidad por parte de los oradores, lo que en principio parece ser una incongruencia, al dejar fuera al zacatecano.

Es presumible que entre los ahí convocados existe cuando menos de inicio un acuerdo en las reglas del juego, tanto de las reglas escritas como las no escritas; entre ellas dejar fuera desde ahora a Ricardo Monreal, utilizar el método de encuestas, aunque bajo el claro entendido que será el presidente quien jugará de pitcher para definir al bateador designado, para dar continuidad al proyecto de la cuarta transformación.

La homogeneidad en los discursos entre los preseleccionados, permite a Monreal por descarte o por necesaria dignidad política distanciarse del Sheinbaum, Ebrard y López, y el resto de la cargada morenista, que como siempre ocurre tiende a ser más concurrida donde el poder acomoda.

Pues tal como lo hizo a través de sus redes sociales y en las múltiples entrevistas realizadas en el transcurso de la semana, ha expresado su rechazo al método de encuestas para la definición de candidatos, procedimiento en el que no confía, al mismo tiempo que ha aprovechado para describir el mitin del domingo como un acto anticipado de campaña, en el que a juicio del senador hubo utilización de recursos públicos y violaciones a la ley.

Pese a ello, Monreal afirma seguirá en la lucha desde Morena aunque el rompimiento es casi inevitable, y antes de que tenga lugar el tercer strike, que lo deje totalmente ponchado de la candidatura presidencial morenista, más no de la contienda electoral, en el camino seguro dará mucho de que hablar tal como se ha llevado las notas y las columnas de opinión sobre el mitin no conminado. Por lo pronto, ya andando el proceso electoral de 2024, empieza a calentarse el juego desde casa, mientras la oposición aún no logra siquiera conformar equipo.