Morelia/Héctor Tapia
Llegó el último día del tercer año legislativo de la LVXXII Legislatura, y Alfonso Martínez, hasta ese momento presidente de la Mesa Directiva, sonreía, bromeaba desde su curul. Igual lo hacían, de forma relajada el resto de los diputados que le acompañaron a presidirla.
Alfonso Martínez no sólo culminaba su encargo al frente del legislativo, que le fue asignado mientras formaba parte de la bancada de Acción Nacional, sino también era el primer paso para salir, con licencia, como independiente, sin partido, a buscar la candidatura por la alcaldía de Morelia.
Las cámaras fotográficas y de video, asistieron para la primera instantánea de quienes serían nombrados como nueva Mesa Directiva y de quienes ocuparían las posiciones de otros tres diputados formalizaban la solicitud de licencia para dejar su cargo y buscar las candidaturas por sus respectivos distritos.
Fueron tres diputados priistas a los que se les dio licencia para dejar su cargo y que pudieran competir en el proceso electoral; los tres de extracción priísta. Se trató de Antonio Sosa López, Rosa María Molina Rojas y Marco Polo Aguirre Chávez, éste último que también hace unos días había dejado la dirigencia estatal del PRI, para buscar la candidatura por una diputación federal.
Sarbelio Molina, sabiéndose nuevo presidente de la Mesa Directiva, a minutos de recibir su nombramiento, caminaba por la sala de pleno, departiendo bromas con otros diputados y con algunos reporteros.
No hubo debates, hubo aprobaciones prontas de los puntos: la conformación de la nueva Junta de Coordinación Política, donde quedó al frente el diputado Salvador Galván Infante; la aprobación de la Nueva Mesa Directiva.
Parecía todo premeditado, planchado, los puntos previamente acordados. “Mañana es cuando viene el gobernador”, decían algunos de los reporteros asistentes. Mientras de fondo los diputados, seguían bromeando entre ellos. Pronto otros pedirán licencia, desde ahora se les ve más relajados.