Morelia, Mich. | Acueducto Online.- A eso de las 8 de la mañana, familiares de Pedro Castillo, presidente de Perú, llegaron a la Ciudad de México gracias al asilo que les dio la cancillería mexicana, señaló el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien afirmó que, en breve, regresará Pablo Monroy al país, el embajador de México en Perú, el cual fue expulsado por ser considera “persona no grata” para la nación peruana.
A pesar de esta acción por parte del gobierno peruano, México no pretende romper relaciones con él, pues quiere mantener abierta la embajada mexicana “para dar protección a los mexicanos que radican en Perú”.
El presidente de la República Mexicana aseguró que, lo que más molestó a Perú, fue el otorgamiento de asilo por parte de México, señalando que la política se mantendrá porque es central en la diplomacia mexicana.
Destacó que ya se encuentra un nuevo encargado de la representación mexicana en la capital de Perú, Lima, para poder atender las necesidades de los mexicanos que viven en ese país aunque, de manera fortuna, la mayoría de turistas mexicanos ya regresaron al país.
“No reaccionaron igual los del gobierno de Perú con los representantes de Estados Unidos, la embajadora intervino de manera directa, fue a Palacio a ver a la presidenta que nombró el congreso. Solo damos a conocer nuestra postura, Vamos a defender siempre el derecho de asilo.Vamos a tomar medidas, pero contrarias completamente. No vamos a expulsar a nadie. No lo hemos hecho ni se va a hacer.”, señaló.
Dijo que los subsecretarios de Relaciones Exteriores recibirán a Monroy cuando arribe a México porque creó un trabajo extraordinario haciendo valer el derecho de asilo.
AMLO mencionó que su gobierno tiene clara la diferencia entre los sucesos políticos y sociales que afectan al “hermanado pueblo de Perú”, y la clase política de ese país se guía por la protección de intereses económicos y políticos. Señaló que no está en la política mexicana el reconocimiento de los gobiernos así sea que hayan surgido legal, legítimamente o por usurpación.
Por la pregunta sobre la posibilidad de que, ante la complicación en las relaciones entre México y Perú, , podría dejar de referirse al conflicto interno del país, él respondió sonriente: “ya estamos como los que quieren que no haya mañanera”.
“El caso de Perú es muy lamentable, es un pueblo hermano, que desde hace muchos años, de seis años a la fecha, han contado con cinco presidentes. Imagínense esta situación y se debe fundamentalmente a intereses de un grupo que domina que no permite que el pueblo peruano sobre todo los que viven en la sierra participen en la vida pública y ejerzan sus derechos y haya una auténtica democracia”, puntualizó.
Con información de La Jornada.
